El director general de Microsoft, Steve Ballmer, que ayudó a Bill Gates a que la marca se convirtiera de una pequeña empresa a la compañía de mayor valor de mercado en el mundo, anunció el viernes su intención de retirarse el año entrante.
Los detractores afirman que Ballmer contribuyó a que Microsoft se vea obligado a recuperar consumidores que prefieren cada vez más los teléfonos multiusos y los dispositivos tipo tableta al no considerar con suficiente seriedad los desafíos iniciales de Apple y Google.
Ballmer había desdeñado sistemáticamente a Google, a la que se había referido como una compañía fuerte en un sólo sector, y en 2007 declaró: No hay ninguna posibilidad de que el iPhone vaya a conseguir una porción significativa en el mercado.
Las burlas de Ballmer fueron prematuras, como quedó mostrado. Google hizo avances importantes rápidamente en video en internet, mapas en línea, correo electrónico y computación móvil. Esta oferta triunfal contribuyó a los daños que el iPhone y la iPad de Apple causaron a Microsoft y a los socios de ésta en el mercado de las computadoras personales.
MICROSOFT A PIQUE Cuando Ballmer asumió el timón en enero del 2000, el valor de mercado de la compañía superaba los 601.000 millones de dólares. Hoy su valor es menos de la mitad, unos 270.000 millones.
Ha sido tibia la respuesta de los consumidores al programa Windows 8, la versión más reciente del sistema operativo Windows, que ha sido la insignia de Microsoft.
Nunca hay un momento perfecto para este tipo de transiciones, pero ahora es el momento adecuado, afirmó Ballmer, de 57 años, en un comunicado. Ballmer tiene previsto permanecer en el cargo hasta que Microsoft encuentra a un sustituto. Microsoft dijo que el comité de búsqueda incluirá a Gates.
UN ALZA EN LAS ACCIONES Tras la noticia sobre el futuro retiro de Ballmer, las acciones de Microsoft subieron hasta 9% y después se acercaron a dos dólares de su valor más alto en 52 semanas.
El anuncio de Ballmer tiene lugar menos de dos semanas después de que Microsoft anunciara una reorganización radical de sus negocios en un intento por rivalizar con Apple y Google.
En su comunicado, Ballmer afirmó que la compañía avanza en una nueva dirección y necesita un director general que se comprometa a largo plazo. Agregó que para Microsoft lo mejor está por venir.