La inscripción en metal que recordaba al hombre que le plantó cara a un misterioso virus, para identificarlo, combatirlo y vencerlo, tuvo que ser salvaguardada como oro ante los trabajos de ampliación del nosocomio.
La modernidad y le necesidad de ampliar las instalaciones del Hospital Dos de Mayo, fundado en 1875, obligaron a retirar el rótulo honorífico que se había colocado en el lugar en donde Daniel Alcides Carrión fue entregando detalles de los síntomas que percibía tras inyectarse el virus de la verruga peruana.
Y justo fue el pabellón Santo Toribio, donde se produjo el holocausto del mártir, uno de los ambientes que formaron parte de las obras de remodelación en aquel año.
El lugar tenía que ser destruido para levantar una de las nuevas edificaciones con que contaría el referido nosocomio, publicó El Comercio el 13 de octubre de 1970.
Sobre la cama del mencionado pabellón, donde el estudiante Carrión se inoculó el virus de la verruga, existía una placa recordatoria, la cual tuvo que ser removida antes de iniciar en dicha sala los trabajos de demolición.
La placa tenía inscrita la siguiente leyenda: “Asociación Médico Peruana Daniel Alcides Carrión. Homenaje al héroe en el lugar de su holocausto. 27 de agosto de 1885 (fecha de su fallecimiento)-5 de octubre de 1931 (fecha en que fue colocada). Para su conservación, este distintivo recordatorio fue ubicado en la dirección del hospital, de forma temporal.
Como se sabe, Carrión se inyectó el virus de la paciente Carmen Paredes en el pabellón Santo Toribio del Hospital Dos de Mayo, el 27 de agosto de 1885, muriendo 39 días después, en la Maison de Santé.
Este pabellón se había convertido un santuario para los médicos y estudiantes de medicina, quienes tienen en Carrión su más alto ejemplo.
Entrevistado por El Comercio, el doctor Juan Cortez, subgerente de asistencia social de la Beneficencia Pública, declaró que dicha institución ya había aprobado la construcción de un monumento y cripta en la plazuela central del hospital, donde se guardarían los restos de Daniel Alcides Carrión y donde, en el futuro, se le rendirá homenaje.
La ceremonia en la que se colocó la placa, en 1931
“Conmemorándose hoy el aniversario de la muerte de Daniel Carrión, quien se inoculó el virus de la verruga, a consecuencia de lo cual falleció, se efectuaron diversas actuaciones con la intervención de los profesores y alumnos de la Facultad de Medicina”, publicó El Comercio el 5 de octubre de 1931.
A las 10 de la mañana se inauguró un nuevo servicio del Hospital Dos de Mayo con el nombre de Daniel Alcides Carrión y luego se descubrió la placa conmemorativa. El doctor Wenceslao Molina, en nombre de esta institución, pronunció un discurso exaltando las virtudes del joven mártir.
Enseguida, en el salón de conferencias hubo una disertación sobre “El germen de la verruga peruana”, a cargo del doctor Luis Aldana.
Finalmente, médicos, profesores y alumnos se dirigieron a la tumba de Carrión, en el cementerio general (hoy Presbítero Matías Maestro), para depositar ofrendas en la tumba del mártir.
El Hospital Dos de Mayo fue construido a partir de 1868 con las rentas de la Beneficencia Pública de Lima y albergó en un inicio a 600 enfermos, la mayoría traídos del hospital de San Andrés y el Anfiteatro Anatómico.
La cama número 60
Las ceremonias de homenaje que se realizaron en los siguientes años, como el 5 de octubre de 1950, tuvieron su foco de atención en la cama en donde Carrión soportó los embates del virus.
En aquella ocasión el doctor Félix Castillo recordó sus estimulantes palabras: “Aún no he muerto, amigo mío, ahora les toca a ustedes terminar la obra comenzada, siguiendo el camino que les he trazado”.
Inauguran museo en honor a Carrión en 2010
El hospital Dos de Mayo inauguró el 28 de agosto de 2010 el museo Daniel A. Carrión en la antigua sala Nuestra Señora de las Mercedes del nosocomio, donde el mártir de la medicina peruana se inoculó sangre con verruga en aras de la investigación.
Allí se encendió, además, una llama votiva en su homenaje. Este espacio museográfico quedó abierto para que el público lo pueda visitar y apreciar el lugar emblemático donde se exhiben los equipos médicos y documentos de la época de estudiante de Carrión.