Imagina la siguiente figura: levantarte bien temprano, realizar tu aseo personal diario, preparar el desayuno y ver a través de la ventana el paisaje lunar, con el sol a lo lejos en medio de una oscuridad profunda. Aunque parezca increíble de creer, ver una vivienda en la luna no sería una idea descabellada.
El artista y empresario sueco Mikael Genberg está detrás del proyecto Moonhouse, una iniciativa que propone “democratizar la exploración espacial” a través de la instalación de una casa sobre la superficie lunar, que sería enviada en octubre de 2015.
Montada sobre la nave espacial Falcon 9 —diseñada por la compañía estadounidense Astrobotic—, esta vivienda de 9 m2 de área, 2.5 metros de altura y un peso terrestre de 10 kilogramos, se “auto construirá” sobre la luna gracias a un sistema de ensamble automatizado y los materiales utilizados en su fabricación.
Actualmente, el proyecto está buscando los fondos suficientes para hacerse realidad a través de su propio sitio web. Según explica Genberg, “por cada US$ 1 donado a la causa, se estarán 'acercando' unos 25 metros a la luna”