El acero inoxidable es el material favorito cuando se trata de lavaderos de cocina, ya que es resistente y fácil de limpiar. Esta pieza necesita tener un buen uso y un correcto mantenimiento para evitar daños y garantizar su buen aspecto. Los especialistas de Rivelsa y Decor Center nos dan algunos consejos.
- Limpieza diaria. La superficie se lava con agua y con jabón neutro hasta eliminar la suciedad o la grasa. Luego se enjuaga y se seca con una esponja de nailon u otras que sean suaves, no de metal ni mallas sintéticas. Asimismo, el producto de limpieza debe ser líquido para evitar que se raye la superficie y no debe contener sustancias abrasivas como el cloruro.
- Detalles básicos. Es importante que seques el lavadero siempre después de cada limpieza o cada vez que lo uses. Esto ayudará a reducir y eliminar la acumulación de bacterias. También porque el agua tiene minerales que pueden afectar al lavadero. En el caso del desagüe, aséalo una vez a la semana con una escobilla para lavar biberones y lejía, luego enjuaga.
- Como nuevo. Para un mantenimiento más profundo del lavadero, usa un limpiador de acero, el cual se vende en ferreterías. Este elimina impurezas y da más brillo. 
-