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El urban chic evoca las estancias y espacios como los lofts de las grandes ciudades, como Nueva York, Londres y Berlín. “Se caracteriza por ser un estilo desenfadado, elegante y juvenil, que resulta de la fusión de lo contemporáneo y vintage, logrando una unidad armónica”, indica la arquitecta Carla Cruz.
Los acentos de color en elementos decorativos y tapices ayudan a reforzar el concepto. “Los colores encendidos (azules, verdes, rojos, amarillos, fucsias) en dosis equilibradas suelen estar presentes en una pieza protagónica, como alfombras o tapices”, agrega la arquitecta Inés Sevilla.
Algunos elementos que forman parte de este estilo son los cuadros de diseños modernos o retro, las fotografías en blanco y negro, los muebles vintage (silla Ghost, butaca Luis XVI, butaca Saarinen, mesas y aparadores con molduras), los detalles en capitoné, las piezas modernas de metal y las arañas de cristal. Todo lo que transporta a una combinación de estilos.
Piezas en escena
Es posible imprimirle un toque urban chic a una sala, añadiendo elementos vintage de colores vibrantes y formas interesantes, como un jarrón o centro de mesa de murano de los años 50 o un sillón tapizado en cuero o cuerina con capitoné. Funcionan también las letras de madera, ya sea para sostener libros o colocarlos en una pared. Otra opción en los muros son los cuadros de publicidad de los años 50 o 60, como los de Coca-Cola o sopas Campbell, o los teléfonos vintage de pared.
El dormitorio puede transformarse en un espacio único al tapizar la pared detrás de la cabecera de la cama con un vinil que reproduzca la calle de una gran ciudad o revestirlo con un papel decorativo que imite la textura de los ladrillos rococho para darle un aire contemporáneo a la estancia, como sugiere Cruz. Unas mesas de noche y una alfombra en tono fucsia son una alternativa para brindar la dosis de color característico de este estilo.
Otro ambiente capaz de desprender un aire urban chic es el baño de visita. Para lograr un resultado acertado, la arquitecta Paula Vecco sugiere pintar las paredes de color rojo satinado para darle una textura brillante a la superficie. “El toque contemporáneo se conseguirá incorporando un lavabo de sobreponer lineal al igual que la grifería, y ubicando en una de las paredes un cuadro moldurado. Además, un espejo trabajado en acabado pan de oro añadirá la esencia vintage que el espacio requiere”, aconseja. Lo fundamental en esta estética es no utilizar más de tres colores fuertes, para evitar que las estancias luzcan recargadas.(function(d, s, id) { var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0]; if (d.getElementById(id)) return; js = d.createElement(s); js.id = id; js.src = “//connect.facebook.net/en_US/sdk.js#xfbml=1&version=v2.4&appId=465882020151522”; fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);}(document, 'script', 'facebook-jssdk'));Casa y Más