Una forma inteligente de romper con la uniformidad de los muros es colocar cenefas de diseño diferente. Las hay de vinil, papel, madera yeso, plástico, MDF, entre otros materiales.
“Para que se luzcan, ten en cuenta la ubicación de los objetos decorativos en las paredes y la distribución del mobiliario”, señala la arquitecta Inés Sevilla.
Lo usual es instalarlas al centro de la pared. La arquitecta Melissa Fernández, de Orgánica Arquitectura, aconseja colocarlas a 1,20 m del piso. Si están en el cuarto, tienen que sobrepasar la altura de la cuna o cama para que destaquen.
LO QUE DEBES CONSIDERAR
Antes de fijar este elemento, cerciórate de que la superficie esté lisa, limpia, y sin salitre o humedad. “Si te decides por una cenefa pintada, usa pintura acrílica en los muros tratados con látex mate o satinado. Si el área contiene esmalte, se aconseja emplear el mismo acabado en las cenefas y así evitar que se agrieten”, recomienda Sevilla.
No recargues las habitaciones pequeñas con diseños exagerados. Ubica estos detalles en las paredes largas y considera que no deben medir más 20 cm de ancho, para no atiborrar el espacio.
Por lo general, el color de la cenefa responde a los que priman en los accesorios, muebles y textiles del ambiente. Una buena opción es elegir el blanco y pintar cada división en un tono distinto.