¿Imaginas una bicicleta que puedas dejar en cualquier lugar y sea casi improbable que se la roben? Tres ingenieros chilenos buscaron la forma de crear un producto que no solo sea atractivo para el público sino que, si es que es robada, sea inútil para los ladrones.
Así nace el proyecto Yerka. Los candados que se usan habitualmente para asegurar las bicicletas pueden ser rotos por los delincuentes sin que ésta sufra daños. Yerka, por el contrario, usa el asiento y el mismo cuadro de la bicicleta para asegurarse. Entonces la única forma de llevársela es rompiendo el asiento y, de hacerlo, quedará inservible.
La instalación del mecanismo de seguridad es rápida, igual que poner un candado. Solo se abre el tubo inferior del cuadro de la bicicleta, se retira el asiento y se inserta en el marco alrededor de un poste o un árbol.
Entérate más sobre la innovadora idea en este video:
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