¿Se quemaron los focos de tu casa? ¡No los botes! Con este práctico tutorial aprenderás a reciclarlos y convertirlos en unas divertidas lámparas al estilo tradicional con mecha. ¡Manos a la obra!
Paso 1. Vamos a necesitar los siguientes implentos: dos focos quemados, un pedazo de madera, pintura brillante negra, doce imanes de neodimio (8 pequeños, 2 grandes cilíndricos y 2 esféricos, de preferencia), alicates, cutter, resina epoxi, una mecha (sin alambre) y un poco de kerosene.
Paso 2. Primero, con un alicates, saca la pequeña pieza de metal que sostiene el sistema interior del foco. Luego, emplea un cuchillo para hacer palanca y forzar el retiro del vidrio de la base.
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Si no lo logras con ese procedimiento, puedes usar un destornillador para romper cuidadosamente el vidrio y separarlo de la base finalmente. La idea es tener ambos elementos separados.
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Paso 3. Insertar la mecha en el agujero de la base del foco que hicimos previamente con el alicates. Dependiendo el ancho de la mecha, puede que tengas que doblarla y lograr que no sea tan delgada, ya que sino no absorberá el kerosene de manera continua.
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Paso 4. Es hora de volver a unir el foco y la base. Hay que recordar que ambos deben ser desmontables para poder rellenar de kerosene la lámpara. Vamos a colocar los imanes más pequeños y adherirlos con resina epoxi (otro pegamento se derretirá).
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Paso 5. Para armar la base de madera, es necesario que se creen unas líneas guías y colocar en dos intersecciones (las que se muestran en la foto) un par de imanes.
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Paso 6. Hecho esto, procede a aplicar la pintura brillante negra o del color de tu elección.
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Paso 7. Colocar un imán con resina epoxi en el fondo de la bombilla para que se pueda adherir a la plataforma de madera.
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Paso 8. Adhiere las bombillas a la base de madera con los imanes...
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¡Y listo! ¡Enciende la mecha y colócalas donde quieras!
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