Poco a poco, el calor se despide de nosotros. Eso se debe a la llegada del otoño, la estación de transición entre verano e invierno, y la época perfecta para guardar aquellas prendas ligeras que no vamos a utilizar por buen tiempo.
Es muy probable que nuestros shorts, faldas y bividis los dejemos como si nada en el cajón de la cómoda. Craso error, porque provocaríamos que la prenda se desgaste y no quede perfecta cuando volvamos a lucirlas.
Acudimos donde Fabiola Gagliardi, asesora de The Closet Co., para conocer algunos trucos al momento de guardar nuestra ropa durante el cambio de estación.
“Antes de guardar nuestras prendas debemos lavarlas. Eso evitará que el tejido se debilite con el paso del tiempo, pero eso sí, es recomendable utilizar productos especializados para cada uno de ellos. Por ejemplo, detergentes para ropa blanca, otro para tonos oscuros y más aún si es tela delicada”, señala la experta.
Una vez limpia, el siguiente paso es seleccionar aquello que en verdad necesitamos y descartar lo que no nos queda o queremos cambiar. Todo lo restante, lo podemos obsequiar a alguien cercano que le quede, o entregarlo a los distintos programas de caridad que existen.
“Ya tenemos toda la ropa separada, ahora debemos colocar lo que vamos a usar en táperes herméticos. Estos los encontramos en cualquier tienda de mantenimiento del hogar y son muy prácticos, pero sobre todo ayudarán a mantener un orden”, agrega Gagliardi.
Llenos los táperes, colócalos dentro de tu clóset o en algún lugar que no ocupen mucho espacio y cada cierto tiempo, ábrelos para que circule el aire y la humedad no malogre los tejidos.
“Como los táperes están cerrados, es importante que los abramos cada tres meses para que la ropa respire y la humedad salga. Es un paso muy necesario para conservar nuestra ropa”, sentencia la organizadora.
Estamos seguros que con estos consejos, tu ropa de verano seguirá impecable hasta que el sol se vuelva a apoderar de la ciudad, pero sobre todo, la tendrás guardada de una manera segura y ordenada.
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