El futuro próximo del Barcelona estará mañana en manos de sus socios, cuando 109.367 barcelonistas habilitados sean llamados a las urnas para decidir con sus votos al que será su presidente durante los próximos seis años, el 41º en la historia del club.
Según las encuestas, la pelea por el sillón presidencial se presenta como un pulso entre el titular saliente, Josep Maria Bartomeu, y el ex mandatario Joan Laporta, con los otros dos candidatos Toni Freixa y Agustí Benedito con pocas posibilidades sobre el papel.
Barcelona se enfrenta a una cita crucial para su futuro inmediato, apenas seis semanas después de la final de la Liga de Campeones de Berlín y de la obtención del brillante triplete logrado por el primer equipo de fútbol.
Precisamente, con los resultados del equipo que dirige Luis Enrique como principal aval, Bartomeu espera que los socios legitimen su condición de máximo mandatario después de haber accedido al cargo tras la dimisión del último presidente electo, Sandro Rosell.
“Sé lo que hacemos en nuestra candidatura. Rosell hace un año y medio que dimitió y se alejó del Barça”, aseguró en una entrevista al diario “Marca”.
Más allá de los resultados deportivos y de desmarcarse de su antiguo superior, el empresario catalán se ha esforzado en esta campaña por defender su gestión económica y el crecimiento exponencial de patrocinadores internacionales, que permitirán al club afrontar retos inminentes como la construcción del Espai Barça y la remodelación del Camp Nou.
Su imputación por el “caso Neymar”, la sanción impuesta por la FIFA al club por irregularidades en la contratación de futbolistas menores de edad, y la dependencia económica con Qatar han sido las principales armas esgrimidas por sus oponentes.
Laporta, ex presidente entre 2003 y 2010, parte como principal obstáculo para la opción continuista que representa Bartomeu con un modelo de club basado en cuatro pilares: “Cruyff, Masia, Catalunya y UNICEF”, tal y como resumió en la presentación de su candidatura.
“Si Bartomeu tuviese decencia, no tendría que estar en este proceso”, se despachó el abogado barcelonés en una entrevista en “Mundo Deportivo”.
Su duelo va mucho más allá de la lucha por la presidencia: refleja las dos corrientes de opinión imperantes desde hace décadas en Can Barça, desde que el divorcio entre el ex presidente José Luis Núñez y el otrora técnico Johan Cruyff provocase un cisma que aún repercute entre el barcelonismo.
Bartomeu es el preferido del socio más conservador y tradicional, los conocidos en el entorno azulgrana como “patidors” (en catalán, sufridores).
Fuente: DPA
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