La FIFA le dijo a funcionarios de Curitiba que tienen hasta el 18 de febrero para probar que pueden finalizar el estadio Arena de Baixada a tiempo para el Mundial Brasil 2014, ya que en caso contrario la ciudad podría quedar excluida del torneo. Pero, el Gobierno de Brasil dijo que trabaja para garantizar la restauración del estadio en Curitiba, con capacidad para 43.000 espectadores.
El escenario, que debía estar terminado en diciembre del 2013, cerró ese mes con un 88,80 por ciento de avance de obra, según el club Atlético Paranaense, propietario del recinto. Las obras van tan retrasadas que la FIFA no sabe si estarán listas. El secretario general de la entidad, Jerome Valcke, explicó que en tres semanas se decidirá si la ciudad queda fuera de la Copa.
“Como pueden imaginarse, la situación actual del estadio no es algo que nos agrade”, dijo Valcke a periodistas en una visita al lugar. “El estadio no solamente no está listo, sino que está muy, muy atrasado”, agregó.
Valcke se mostró duro con la organización. “Si no tienen estadio no pueden tener partidos. Esta es una situación de emergencia”, destacó. Sin embargo, el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, dijo que el Gobierno está haciendo todo lo posible para evitar problemas.
“Todo nuestro esfuerzo está puesto en tomar medidas que garanticen al estadio para la Copa del Mundo”, dijo Rebelo después de participar en un encuentro entre la presidenta Dilma Rousseff y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, en el Palacio de Planalto.
El Arena de Baixada debía estar listo para diciembre, pero las obras están retrasadas, al igual que en otros cinco estadios. Solamente el Arena das Dunas en Natal será entregado el jueves a la FIFA.
MÁS RETRASOS
El Corinthians Arena, que será sede del partido inaugural en Sao Paulo entre Brasil y Croacia, no estará listo hasta mediados de abril tras un accidente que dejó dos muertos semanas atrás. El retraso en el Arena da Baixada es el más increíble, ya que el estadio es uno de los pocos que se construyeron en el país en las últimas décadas y está siendo modernizado.
Según el gobierno local de Paraná, se prevé realizar una primera prueba en el estadio a fines de febrero, donde se enfrentarán obreros e invitados y sin la presencia de público. El primer partido oficial tendría lugar a fines de marzo y el Mundial comienza el 12 de junio.
La justicia laboral determinó en octubre la paralización de las obras debido a riesgos para los trabajadores, pero el Atlético Paranaense dijo que no fue necesario interrumpir las los trabajos para mejorar la seguridad de los operarios. El estadio será la sede de cuatro partidos, todos en la primera fase. La restauración del recinto deportivo tiene un costo estimado de 138 millones de dólares.
Pero los estadios no son el único problema que afronta Brasil. Los aeropuertos y el transporte público también están en el ojo de la tormenta mientras el gigante sudamericano se prepara para recibir el Mundial por primera vez desde 1950. Cinco ciudades sede no completarán las líneas de bus o de metro prometidas.