Brasil, Argentina, Colombia, Chile y el polémico Uruguay. Ya están clasificadas a octavos cinco de las seis selecciones sudamericanas en Brasil 2014. 5 de 6. Es una gran noticia para Sudamérica. Muchos europeos no están de acuerdo y echan la culpa a la FIFA de estar de este lado del mundo. Es de lo más absurdo que he escuchado. Sería menospreciar el buen juego, coraje, orden táctico y trabajo realizado por estos países, sus entrenadores y planteles, no solo durante el Mundial sino a lo largo de esta dura carrera que los premió con su participación en Brasil. Por eso siempre Europa contrata tantos sudamericanos, y no es al revés.
¿Y cómo lo hicieron? Analizaremos caso por caso.
Chile es un ejemplo de que solo el trabajo de un país completo hace que el fútbol florezca. No tenían que cambiar los jugadores, debían cambiar todos. Desde los jugadores, hasta los hinchas... pasando por periodistas y dirigentes. Fue un trabajo a largo plazo que tuvo como cabeza inicial a Bielsa, y que con el paso de tiempo lidera hoy Sampaoli. El equipo se consolidó en todas sus líneas –no armó un equipo, sino un plantel- y aprendió a ser solidario. Físicamente, son aviones. Tiene estrellas de talla mundial –dos en Barcelona, uno en Juventus-, pero en la cancha son todos iguales. Buena defensa, buen desplazamiento en el medio campo y excelente definición. Puedes decir Bravo, o Aránguiz, o Vargas o Vidal, pero terminas diciendo Chile. Es el gran mérito de los mapochinos.
Colombia hizo un excelente trabajo en las Eliminatorias, y parece que siguiera jugándolas. No ha sentido el cambio, para nada. El temor era que sin Falcao podría no ser la misma, pero a falta de un jugador apareció el corazón de un equipo que se hizo fuerte en todas las áreas del campo y que gana, golea y gusta. Con Pekerman en el banco es de los sudamericanos que presentan un fútbol más completo, más adaptado a los tiempos modernos, que exigen talento más músculo. Tiene además, juventud: James y Quintero, menores de 23 años, auguran un futuro de dos Eliminatorias más. Uruguay no es Suárez, ojo. O digo mejor: no es solo Suárez. De la sufrida clasificación de La Celeste podemos destacar que, si bien no son el país que juegue mejor y más bonito, sí es el cuadro más aguerrido del campeonato. Han logrado meterse a octavos jugando netamente “A la uruguaya”. Es su genética. Es muy probable de que ninguna selección va a querer tenerlo de rival. Tienen una defensa bien parada, dos pitbulls que contienen y quitan uno con más salida que el otro y buscan la transición rápida para Cavani y a Suárez. La Celeste siempre estará entre mis candidatos a llevarse el Mundial. Por fútbol, garra y por ser Uruguay. Raro es que los menos vistosos hayan sido hasta el momento Brasil y Argentina. Ambas selecciones, acostumbradas a ser las mejores, hoy dejan la sensación de estar recién con la máquina prendida en un 60, 70%. Su ventaja, claro, son sus superhéroes Messi y Neymar. Los dos han salvado a sus selecciones, y son los actuales goleadores de la Copa del Mundo. Brasil y Argentina juegan de acuerdo al rival, y, contrario a lo que muchos opinan, creo que cuando jueguen con equipos grandes será cuando veamos su mejor fútbol.
Ver la primera ronda, y el nivel de los sudamericanos abre la interrogante: ¿Cuál es el real nivel de Perú? ¿A cuánta distancia estamos? Sería bueno que absorbamos todo lo bueno que han hecho países como Chile y Colombia, y lo traduzcamos en mejoras para nuestro fútbol. En todos los ítems estamos en rojo: el trabajo integral de menores, la reflexión análitica de los periodistas, los dirigentes y sus planes honestos, los clubes y su intención por convertirse en instituciones. Nada menos. Mientras tanto, a ver a los 5 sudamericanos en octavos de final. Y ustedes, como hinchas, a no olvidarse de apoyar a Perú y siempre. Volveremos.