Clint Dempsey saboreó a los 29 segundos el momento más sublime al anotar el gol más rápido del Mundial Brasil 2014, y a los 32 minutos vivió el momento más dramático cuando el ghanés John Boye le aplicó un zurdazo en la cara.
Dempsey cayó al gramado y de inmediato hubo preocupación en el plantel de Estados Unidos. La nariz del capitán estadounidense estaba reventada y llena de sangre. El técnico Klinsmann saltó del banco reclamando un codazo y de inmediato Wondolowski comenzó a calentar.
Boye le dio de lleno a la nariz de Dempsey con la canilla de su pierna izquierda en el intento de despejar el balón. El estadounidense, tirado en el césped, se tomaba el tabique de la nariz para indagar el grado de su lesión.
Los médicos lo atendieron dentro y fuera de la cancha, pero el ‘hombre de acero’ volvió al campo a los 35' y terminó jugando todo el partido. Su selección terminó ganando por 2-1. Finalmente, el portal de FIFA.com lo eligió como el mejor jugador del partido.