Chemnitz (DPA). La pasión por el fútbol no conoce fronteras ideológicas, según lo demostraron las autoridades de la ciudad alemana de Chemnitz, que vistieron de hincha al gigantesco busto de Carlos Marx, símbolo de la ciudad desde hace más de 40 años.
La cabeza de enormes dimensiones del filósofo y padre del socialismo, una escultura de bronce de 40 toneladas, apareció a una semana del Mundial Brasil 2014 enfundada en una inmensa bandera alemana y con las mejillas pintadas de negro, rojo y gualdo, como lo suelen hacer los aficionados.
La idea fue tan original como polémica, y no sólo en las redes sociales: la noche del jueves, desconocidos despojaron a Marx de la bandera de 18 metros de largo, aunque luego fue hallada cerca del lugar. Las autoridades investigan ahora el incidente.
Chemnitz, una de las principales urbes industriales de la extinta Alemania comunista, fue rebautizada en 1953 como “Ciudad Carlos Marx” y elevada a la categoría de “ciudad socialista modelo” como ejemplo de reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial. No recuperó su nombre original hasta después de la caída del Muro de Berlín en 1989.
La cabeza de 7,10 metros de alto que descansa sobre un pedestal fue inaugurada en 1971 y está ubicada en pleno centro de Chemnitz.