Jugó todo el partido, estiró su récord como goleador del Mundial (6) con el penal que convirtió para el descuento de los cafeteros. Pero no alcanzó para eliminar a Brasil. Con lágrimas en los ojos, inconsolable, James Rodríguez pasó a declarar frente a la prensa, después de intercambiar camisetas y ser consolado por jugadores brasileños.
“Estoy llorando porque pienso que dejamos todo adentro... Lastimosamente el árbitro tampoco ayudó mucho... Brasil es un buen equipo, pero dejamos todo y por eso estamos tranquilos. Queríamos seguir (en la Copa)...”.
A punto de cambiar de equipo, un nuevo reto en su carrera futbolística, James parece haber demostrado que vale los 75 millones que pretende el Real Madrid para hacerse de sus servicios.
Cuando le preguntaron que le dijeron los jugadores brasileños al terminar el partido, aún sollozando: “me dijeron que era un buen jugador”. Y agregó: “que tantos cracks me animen abrazándome me pone feliz”, dijo algo recuperado tras intercambiar camiseta con David Luiz, autor del segundo tanto de tiro libre.
“Levantar cabeza y gracias. Gracias porque siempre tuvieron fe, lastimosamente quedamos aquí, pero queríamos seguir... Estamos tristes, pero también sentirnos orgullosos porque dejamos la piel, todo... Los hombres también lloran”, añadió.