ÁNGEL HUGO PILARES @angelhugo
Wilson James Rodríguez hoy tiene 48 años y ha perdido su nombre. Su hijo James David lo ha usurpado con la fuerza de un pueblo. Ahora en Colombia le dicen “el padre de James”. Y él lo asume orgulloso.
El padre de James Rodríguez apenas ve a su hijo ahora que es famoso. Dice que cuando habla con él “lo aconseja” y que solo le pide que vele por su media hermana, una niña de diez años. Eso, pese a que no vive con él desde que el goleador del Mundial Brasil 2014 tenía 3 años.
A Wilson James Rodríguez le decían “Cachetes” en esa época en que los colombianos se levantaban a las 3 de la mañana para verlo. En 1985, la selección colombiana Sub 20 jugó el Mundial de la categoría en la Unión Soviética y era una generación en la que destacaban René Higuita, John Trellez, Eduardo Niño y James la que parecía destinada a remecer el fútbol de ese país desde sus cimientos.
El debut de Colombia en ese Mundial fue el 24 de agosto ante Bulgaria. El partido se jugó en Yerevan (hoy parte de Armenia) e iba 2-0 a favor de los europeos. Hasta que cinco minutos antes del final vino el descuento. Acostumbrados a estas gestas, los colombianos siguieron en la lucha: Wilson James Rodríguez lanzó un remate desde lejos que hizo gritar a todo un país a 12 mil kilómetros de distancia.
Wilson James Rodríguez era volante, usaba la 18 y la pierna derecha. Dice Jorge Bernal, un técnico que tuvo el honor de dirigir a padre e hijo en épocas distintas, que su remate era incluso mejor que el del hoy ídolo cafetero. Pero su carrera se acabó a los 35 años sin haberse convertido en un jugador más importante del que fue aquella tarde ante Bulgaria. Pudo haber formado parte de la generación de oro del fútbol colombiano que jugó en Italia 90.
La versión de Wilson James es que se retiró por una lesión luego de pasar por Cali, Tolima, Santa Fe y Cúcuta, pero lo que parece ser cierto es que acabó enfrentado a sus propios demonios. Bernal, este técnico que dirigió a padre e hijo asegura que al mediocampista le ganó la indisciplina. Una entrevista en un blog colombiano, hecha en los últimos años, retrata a Wilson James preguntando varias veces a su interlocutor si es que quiere una cerveza. En las biografías del delantero del Mónaco que hoy inundan los medios, no se dice abiertamente, pero se presume que esto tuvo algo que ver en la separación de sus padres. En todas esas biografías siempre se destaca el profesionalismo de James David como el motor que lo ha llevado a ser el mejor jugador en lo que va de Brasil 2014. James David Rodríguez solo se le parece físicamente, pero es delantero, usa la 18, la pierna izquierda y la cabeza en su sitio.
El escritor y metafísico Alejandro Jodorowski asegura que los nombres pueden ser vehículos de dramas. Que ponerle el nombre de un hijo muerto al siguiente hijo, condena a este último a sufrir siendo otro. Puede que Wilson James Rodríguez no lo sepa, pero ser el padre de un muchacho llamado como él ha servido para reivindicarse.