El día de reparación en Caminos del Inca es una dura jornada de trabajo, pero también el momento perfecto para compartir y nada une más a los peruanos que una buena comida.
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Los parques donde descansan los vehículos son el escenario ideal para prender el carbón y armar una buena parrilla, un pan con chorizo o unas sabrosas alitas. Todo para alegrar al estómago, y al corazón.
Y como es en el mundo de automotriz, si no tienes algo a la mano, se improvisa. Y así lo hizo el equipo de Yurian Aranzábal. Erick, el jefe de equipo, tomó carbón, alistas y se encargó del almuerzo.
Gastronomía en Caminos del Inca
Sin utensilios, improvisó un par de llaves para preparar la deliciosa comida. “Se hace con lo que hay, todo racing”, nos dice Erick, en medio de la alegría del equipo Aranzábal, que lidera la categoría 1.600.
Así se vive un día de reparaciones en Caminos del Inca, entre el trabajo en los vehículos, el descanso necesario para la tripulación y el hecho de compartir con los amigos. Es una fiesta y así se vive.
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