Paris Saint Germain y Real Madrid igualaron sin goles por la Champions League en un duelo marcado por los rigores tácticos y en el que los blancos tuvieron las mejores oportunidades.
Los entrenadores se impusieron al atrevimiento individual y el punto pareció dejar satisfechos a ambos, principalmente al Real Madrid, que obtuvo un empate en el campo de su rival más fuerte del Grupo A de la Liga de Campeones.Ambos mandan con siete puntos cada uno.
En el otro encuentro de la zona, el Malmö se impuso 1-0 a Shakhtar Donestk y se afirmó en el tercer lugar de la zona con tres unidades.
El Real Madrid jugó una primera parte como se le exige a un club de su historia y categoría. Tuvo personalidad en París y numerosos recursos, tanto tácticos como técnicos. Sólo le faltó transformar en gol alguna de sus buenas oportunidades antes del descanso.
Un temprano disparo de Matuidi, atrapado por Keylor Navas, fue lo único peligroso que hizo el PSG en ese pasaje. El conjunto francés siempre estuvo a merced del Real Madrid, que no sufrió en defensa.
Su rival tuvo la pelota para nada, pues le faltó mucha profundidad. No encontró forma de habilitar a sus peligrosos delanteros y Ángel Di María no encontró un lugar donde sentirse cómodo. Echó de menos la creatividad de Javier Pastore, en el banquillo de inicio.
El Real Madrid siempre estuvo bien situado y no concedió nada. Y en ataque tuvo a un sobresaliente Marcelo, cuyas progresiones fueron indetectables para los defensas locales. El lateral brasileño fue un auténtico puñal.
Casemiro y Toni Kroos sostuvieron al conjunto blanco en la medular y un pase del alemán dejó solo a Jesé delante de Kevin Trapp, quien sacó el balón con el pie. El arquero alemán también resolvió a remates de Casemiro y Cristiano Ronaldo. Fue el mejor de un PSG que se fue al descanso con rostro desconcertado.
La segunda parte tuvo un desarrollo algo diferente, principalmente porque el Real Madrid permitió entrar en el partido al PSG. El equipo blanco dejó de cuidar la pelota y entregó al contrario muchos pases fáciles. El conjunto francés pasó a sentirse cómodo por primera vez.
El PSG acumuló llegadas, pero siempre le faltó un último pase peligroso o un remate con un mínimo de picante. Así, Keylor Navas nunca fue realmente exigido. Pero el equipo de Blanc ganó otra cosa con sus llegadas: mantuvo al Real Madrid lejos del área local.
Pastore y Lucas Moura entraron por Di María y Cavani, mientras Modric sustituyó a Isco en el Real Madrid. Benítez quería algo más de oxígeno para intentar recuperar el control del balón.
El equipo de Benítez la tuvo a los 72 minutos con un vertiginoso contraataque que concluyó en la zurda de Cristiano Ronaldo, cuyo remate desde cerca se fue a centímetros del palo izquierdo de Trapp, que respiró angustiado. Ahí estuvo el choque.
Inmediatamente, Benítez quitó al delantero Jesé y puso al centrocampista Denis Chéryshev, con lo que el conjunto blanco pasó a jugar con Cristiano Ronaldo como único jugador adelantado. El Real Madrid recuperó el control en el tramo final del duelo.
El partido se marchó sin nada más reseñable, pues ambos rivales decidieron no perder lo que habían ganado durante el resto del encuentro. Es decir, un punto.
FUENTE: DPA
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