ELKIN SOTELO C. @elkinsot_DT
La Copa Euroamericana no tiene un carácter decisivo para los intereses de Alianza Lima, pero sí tiene el plus de sumar o restar prestigio ante un club como el Valencia que goza de gran fama en España.
Es una inyección económica importante para el club aliancista, pero futbolísticamente lo encuentra en un momento complicado. Más que difícil. Alianza pasa por una crisis de juego que puede inclinar la balanza escandalosamente a favor de los españoles (sábado, 5:30 p.m. Estadio Nacional).
Los grones volvieron a ganar después de 6 fechas en el Torneo Apertura y lo hicieron con mucha angustia en Matute ante el Sport Huancayo. Al final el marcador fue 4-3, pero con escasez de ideas y elaboración.
Guillermo Sanguinetti, con astucia, separa lo que es una crisis de resultados de una crisis de juego. Sostiene que simplemente a su equipo le ha pasado lo primero. Se atrevió a decir que “es un técnico terco” y que seguirá apostando “por la misma fórmula”.
Y es que se ampara en que es el equipo al que menos goles le han hecho (lo afirmó antes del partido contra Huancayo, que le metió 3 goles). Sin embargo, ningún hincha grone está conforme con el rendimiento ni con el estilo para atacar: centros reiterativos y esporádicos gestos individuales que han estado lejos de la efectividad mostrada en el Torneo del Inca.
Con esos argumentos enclenques enfrentará al Valencia de España. Incluso, todavía no pudo recuperar físicamente al golero George Forsyth de un golpe a las costillas y podría alinear otra vez al juvenil Gerson Valladares. El otro golero, Manuel Heredia, tiene para 4 meses de para por la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda.
El éxito del Torneo del Inca parece lejano, también porque ahora hay un bajón visible en cada uno de los jugadores del plantel. Luis Trujillo se descuidó en el peso, Pablo Míguez ha perdido precisión en la marca y entrega, así como Julio Landauri. Pero la venta de Junior Ponce ha significado el mayor declive en fuerza de ataque.
Ponce, a pesar de haber sido un hombre irregular e intermitente, ocasionó muchos penales y tiros libre en la primera parte del año que acabaron en goles salvadores para el austero Alianza. Era el único que de verdad desequilibraba con fútbol típico de los grones.
Hoy Alianza no presenta variantes de juego. A ello se suma la lesión de Wilmer Aguirre, no por los goles que siempre falla, sino porque su desequilibrio también sumaba una fuerza en la delantera. Ahora todo es exclusivamente centros a Guevgeozián que es fácilmente controlable.
Sigue siendo rescatable el funcionamiento de la línea de 4 al fondo que presentan los grones. La defensa es la zona que menos ha sufrido malestares, a pesar de que su volante ya no ejerce una presión tan agresiva en tapar las salidas de los rivales. Pero Sanguinetti solo asevera que esto se trata de una crisis de resultados más no de juego. Es decir...
Así jugaría Alianza contra el Valencia (4-3-2-1): Gerson Valladares (George Forsyth); Roberto Guizasola, Koichi Aparicio, Walter Ibáñez, Luis Trujillo; Pablo Míguez, Paulo Albarracín, Julio Landauri; Julio Landauri, Israel Kahn; Mauro Guevgeozián.