Fue en el 2006. Su entrenador era Frank Rijkaard y Messi recién daba sus primeros pasos en el fútbol de élite: tenía solo 19 años. Fue en un encuentro de Liga BBVA ante el Real Zaragoza. Ese día se rompió el quinto metatarsiano del pie izquierdo y estuvo de baja durante dos meses y tres semanas: la inactividad más larga de su carrera.
Su segunda para con más tiempo sucedió un año después. En un partido de Champions League ante el Celtic de Glasgow, el delantero del Barcelona sufrió la rotura del tercio proximal del bíceps femoral de la pierna izquierda. Estuvo 45 días fuera de las canchas.
Entre otras lesiones que ha tenido Messi, está una contractura en los isquiotibiales de la pierna derecha, una elongación en el bíceps femoral y una rotura de cinco centímetros en el bíceps femoral de la misma pierna. Nada grave para Messi, salvo aquella lesión del 2006. Ahora, con 25 años, el mejor jugador del mundo ha cogido una mayor fortaleza física.