El actual presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, fue un activo deportista en su juventud. Mucho antes de salir en televisión con camisa y corbata, un joven Donald se enfundó el uniforme del New York Military Academy.
Donald Trump ingresó a la New York Military Academy a los 13 años. Sus padres lo inscribieron tras ser expulsado del colegio. Ellos creían que la disciplina lo ayudaría. Vaya que lo hizo.
Trump tenía amplia cualidades para el deporte. Practicó en la New York Military Academy fútbol, béisbol y fútbol americano. Se destacó ampliamente en el deporte del bate. Tanto así que pudo llegar a ser profesional.
“Simplemente, era el mejor. Un gran atleta. Podría haber sido pitcher profesional de béisbol. Creo que lanzaba a ochenta millas por hora. Yo era el catcher. Me ponía la mano negra y morada cada día... Podía jugar al fútbol o al fútbol americano. Podía hacer lo que quisiera porque estaba dotado tanto física como mentalmente”, explica Ted Levine compañero de clase, según recoge el Diario AS de España.
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Antes de cumplir 20 años continuó dedicándose a los deportes. Practicó fútbol. Siempre destacó y sus compañeros lo recuerdan con hambre de “ser el número uno. Ser notado. Reconocido”.
Así lo recuerda el coronel retirado Ted Dobias en declaraciones para el Washington Post en el 2015. “Incluso entonces, él quería ser el número uno. Él quería ser notado. Él quería ser reconocido. Y le gustaba los cumplidos. Era el pez gordo en el campus. Él trabaja duro”, recalcó sobre Donald Trump.
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Ahora Donald Trump acaba de ser electo presidente de los Estados Unidos. Quizá domine el país más poderoso del mundo con la misma versatilidad con la que lanzaba una pelota de béisbol, dominaba un balón y encestaba una canasta.
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