La competitividad de Cristiano Ronaldo quedó demostrada una vez más este miércoles, inmediatamente después del final del primer tiempo del amistoso entre Portugal y España. El árbitro del duelo acabó la etapa inicial a pocos segundos de los 45 minutos, algo que protestó el portugués, quien se retiró al entretiempo con la sensación de haber podido buscar algo más.
A pesar del carácter preparatorio del compromiso, el astro de la Juventus reclamó la falta de descuentos para la primera parte, que terminó con un empate sin goles. “¿Ni un minuto?”, preguntó el luso tras señalar al juez el reloj del estadio José Alvalade, sin poder creer su decisión.
Siete meses después de que estallase la pandemia, los aplausos del público volvieron a un partido de la selección de Portugal, en un amistoso contra España en el que 2.500 personas, pocas pero con ganas de hacer ruido, ocuparon las gradas del escenario lisboeta.
Era apenas el 5 % del aforo, pero fue suficiente para que la selección liderada por Cristiano Ronaldo volviese a escuchar a su afición entonar “Portugal, Portugal” entre aplausos y gritar ante las ocasiones de gol de su equipo.
El partido era una prueba de fuego para el regreso del público a los estadios: se trataba del primer encuentro con público en el Portugal continental, después de que el pasado fin de semana hubiese uno de Liga en el archipiélago de Azores, donde las condiciones son diferentes porque se rige por las normas de la autoridad regional.
Alvalade, feudo del Sporting de Portugal, recibió a la afición lusa con medidas de seguridad: entradas por diferentes puertas para evitar colas, medición de temperatura, uso obligatorio de mascarilla en todo momento y distancia entre los asientos.