Ver la tarjeta roja que recibe esta jugadora es indescifrable. Primero la portera tapó un penal y enseguida salió corriendo con el balón, aparentemente, gritándole algunas cosas a la jugadora que erró el disparo. El árbitro, que estaba cerca de la jugada, escuchó y decidió sacarle tarjeta amarilla.
La jugadora, muy ofuscada por la situación, pateó el balón con mucha vehemencia fuera de la cancha, lo que el árbitro entendió como una conducta inadecuada y le mostró la segunda amarilla; por lo tanto, la roja. Esta es la explicación que podemos darle.
Sin embargo, de igual manera tenemos otra hipótesis: la jugadora sale del área con la pelota en la mano sin darse cuenta y por eso el árbitro decide sacarle la tarjeta amarilla. Y luego, la segunda amarilla tras la reacción de la jugadora.