El jugador tahitiano Ricky Aitamai terminó feliz luego del partido. Su país acababa de perder 10-0 ante España en el Maracaná pero logró su cometido: quedarse con la camiseta de Cesc Fábregas.
Luego del pitazo final, el futbolista buscó al crack del Barcelona y no perdió la chance de pedirle su camiseta. Apresurado en tenerla, hasta ayudó a que Fábregas se despoje de ella.
Una vez Fábregas se la entregó, Aitamai se vistió con la Roja y agradeció el apoyo del público en el estadio de Río de Janeiro, junto a sus otros compañeros. Un hecho bastante curioso, sin dudas.