PEDRO CANELO @jovennostalgico
Hace 22 años, uno de los apelativos más famosos del fútbol cobró vida para ser difundido por todo el mundo. Marcelo Bielsa siempre fue 'Loco'. Desde que le pedía rigor de entrenamiento profesional a sus dirigidos de un equipo universitario (donde todos eran solo aficionados que querían jugar al fútbol en su día libre) hasta cuando dividió en 70 partes el mapa de Argentina para comenzar a buscar futbolistas juveniles para Newell's Old Boys. Pero su locura fue patentada una tarde de febrero del año 1992.
Nunca como aquel día, hablar de locura explosiva fue justo y necesario. Marcelo Bielsa dirigía a Newell’s Old Boys. Había logrado títulos en Argentina los años 1990 y 1991. Pero en su debut para la Copa Libertadores del 92 todo arrancó cuesta arriba. San Lorenzo goleó 6-0 al cuadro leproso y eso causó la indignación del lado más radical de la hinchada rosarina.
Muy rápido se olvidaron de los logros de Bielsa y fueron a la casa del técnico para reclamarle por el bajo rendimiento del cuadro rojinegro. Eran decenas de barristas enfurecidos que querían agredir al ‘Loco’. Y entonces sucedió: Bielsa salió de su casa con una granada en la mano y amenazó a todos con estallar el arma si no se habían. “Si no se largan, los reviento”, gritó desatado Bielsa. Nunca más lo molestaron. En esa misma Libertadores, Newell’s alcanzó el subcampeonato al perder en la gran final ante el Sao Paulo de Tele Santana.
Así agarró fama el apelativo de ‘Loco’. Aunque desde antes esta locura por el fútbol tenía más de un momento extremo. Así era y así es Bielsa, uno de los candidatos más fuertes para convertirse en el próximo técnico de la selección peruana.
Aquí uno de los momentos más “alocados” en los inicios de la carrera de Marcelo Bielsa. Cuando fue campeón del fútbol argentino en 1991 con Newell's Old Boys de Rosario.
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