Fue el técnico más joven del Mundial. Y fue el segundo entrenador más joven en ganarlo, detrás del Flaco Menotti, que en Argentina 78 tenía solo 39 años. A los 44, cuando algunos ni siquiera hemos abierto una cuenta en el banco, Lionel Scaloni tenía la misión de entender cómo se alinean los planetas durante siete partidos y que su selección pueda ganar la esperada tercera copa del mundo, esquiva para montañas como Bielsa o ultra ganadores como Pekerman. Ayudar, desde su posición en el banco, a resolver el misterio de si Mesi ya está a la altura de Maradona o tiene que hacer algo más, no sé, subirse a un caballo como Napoleón o cruzar la cordillera como San Martín.
Bueno, lo hizo, tras vencer a Francia en tanda de penales, con un Messi de estratósfera. Su trabajo fue más para un sabio como Copérnico que para un técnico de fútbol. Casi tres meses después, llega otro premio. Desde hace unas horas, es además el ganador del The Best de FIFA a mejor entrenador del año 2022. El cable manda un título que le agrega más grandeza: “El entrenador argentino se impuso a Pep Guardiola y Carlo Ancelotti”. Solo le falta serie en Netflix.
¿Qué hizo bien para llegar hasta aquí, a su primera Copa del Mundo como entrenador? Primero, oídos sordos: Scaloni era un técnico sin experiencia en selecciones adultas, más hecho para un interinato que para liderar una campaña que termine en gesta. Lo segundo, rodearse de un cuerpo técnico que transpira argentinidad y que se ha preparado para este momento. Pablo Aimar, por ejemplo, es “un espíritu sabio” (Valdano dixit). Parece de todos los tiempos del fútbol argentino. Su filosofía remite a la esencia más ancestral de nuestro juego, pues piensa en el futbolista en primero, segundo y tercer lugar. Fue él quien llevó al Ratón Ayala y Scalini quien sumó a Walter Samuel, todos con estudios de técnico concluidos en AFA. Sin embargo, hay un hombre clave en la planificación: Matías Manna. Este joven se insertó en el fútbol siendo un comunicador rosarino que tenía un sitio web llamado Paradigma Guardiola y fue incorporado al staff de analistas Sampaoli. Ya era “El pibe que leía El Gráfico como si fuera la Biblia”, según el escrito argentino Ariel Scher. El mismo Scaloni, asistente de Jorge Luis, advirtió su talento para tenerlo cerca en este camino a la final del mundo.
Pero si acaso habrá una decisión sobre la que escritores y reporteros abundarán en bibliografía es en la recuperación de Messi. Desde aquel WhatsApp hasta hoy. Scaloni y su cuerpo técnico le devolvieron este liderazgo unánime sobre sus compañeros. Construyeron un equipo que corrió por él y este premio The Best es solo la confirmación de aquella ley no escrita: no importa cuántos años tengas, solo la experiencia para afrontarlo.
Lionel Scaloni, el hombre que no había dirigido a nadie antes de salir campeón de mundo, es el The Best a mejor entrenador. Lección para quienes tienen listo su epitafio, antes de iniciar cualquier batalla.
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