A los 71′ de juego del partido entre Manchester City vs. Crystal Palace, el defensor Jairo Riedewald rechazó un balón que llegaba con peligro a su área. Sin embargo, después de despejar el balón, este chocó en la mano del defensor neerlandés.
El árbitro del partido pitó la falta a favor del equipo de Guardiola, pero el VAR no le dio la razón. Desde la cabina de videoarbitraje le comunicaron que no había sanción alguna. De esta manera, el partido siguió su curso sin tener cambios en el marcador.
Después de la anulación de la jugada, los hinchas locales que asistieron al encuentro protestaron con papeles impresos que mostraron en conjunto a las cámaras de televisión.