Jorge Sampaoli, el técnico argentino que será recordado por haber llevado a Chile a ganar la Copa América, el mayor éxito deportivo de su historia, dejó definitivamente la selección después de polémicas negociaciones con la Asociación de Fútbol local (ANFP) que le exigía continuar o pagar una millonaria cláusula para dejarlo partir.
No ocurrió ni lo uno ni lo otro. En un breve comunicado, la ANFP informó hoy alcanzó una solución con Sampaoli tras la reunión, pero sin proporcionar mayores detalles de la operación que puso fin a tres años al frente de la selección.
Sin embargo, medios locales especulaban hoy que el ahora ex técnico, al que la ANFP le exigía abonar una cláusula de salida de alrededor de seis millones de dólares para dejarlo partir, habría arreglado el pago de unos 600.000 dólares para terminar el contrato laboral, que expiraba en 2018, y la renuncia a los premios que ascendería a un monto aproximado de 1.800.000 dólares.
Tras el histórico logro de la Copa América, la relación del entrenador y sus empleadores no se fortaleció. Al contrario, los anhelos del técnico por dejar Chile fueron enfriando la relación.
Los problemas se agudizaron hace algunas semanas cuando se filtraron a la prensa detalles de su millonario contrato y el pago de unos premios en unas cuentas abiertas en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes, revelaciones atribuidas a dirigentes de la ANFP que encabezaba hasta noviembre del año pasado Sergio Jadue, hoy en Estados Unidos a la espera de un juicio por corrupción.
Junto con rechazar la violación de confidencialidad de su contrato, un molesto Sampaoli calificó de “falsas” las versiones sobre supuestas cuentas en paraísos fiscales. “Organismos oficiales y la directiva actual (de la ANFP) aclararon esta situación, manifestando públicamente la falsedad de dicha información”, subrayó entonces el estratega en un comunicado.
Detalles de su suculento contrato señalaban que, entre otras cosas, Sampaoli había acordado con la antigua dirigencia de la ANFP, bonos que ascendían a los 48.000 dólares anuales para el alquiler de una vivienda y otro tanto para la compra de un automóvil.
Las regalías incluían también el pago de telefonía celular para el territorio nacional e internacional. En tanto, los viajes aéreos a todos los destinos en los que fuera requerida su participación en el marco de sus funciones debían ser en categoría “business” cuando el vuelo superase las cuatro horas, y los costos de hotelería debía considerar el mismo sistema, además de los pagos de viáticos.
Todas estas informaciones de las cuales Sampaoli dijo que eran falsas, terminaron por cansar al entrenador argentino. “En este ambiente ya no quiero trabajar ni vivir en el país. Nunca imaginé que en tan poco tiempo se iba a destruir la imagen de un ídolo que tanto le dio al fútbol chileno. Estoy francamente decepcionado y en estas condiciones no puedo seguir dirigiendo cuando la mente la tengo puesta en otro lugar”, dijo en su momento.
dpa
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