La apuesta estaba hecha. Neymar y Luis Suárez, amigos en la cancha vistan la camiseta que vistan, se jugaron en el Brasil vs Uruguay algo tan mundano que podría hacer que nos ruboricemos, quienes pensamos que su mundo es de autos de lujo. El partido terminó en empate, pero ya tenemos quién ganó la apuesta.
Luis Suárez fue más gravitante en el resultado. El pistolero apareció en la cancha con el hambre que te da el tiempo y sin ningún rubor exigió su lugar en el olimpo charrúa marcando un golazo. Mientras Neymar eligió el camino del colectivismo, el uruguayo eligió brillar con luz propia.
Como si la camiseta celeste no se hubiera despegado nunca de su piel, Luis Suárez fue el mismo jugador determinante que mordió a Giorgio Chiellini hace 641 días. En tanto, Neymar fue controlado por las artes de la guerra de la defensa charrúa y Brasil adoleció de sus explosiones (y ya sabemos lo que pasa en esas circunstancias).
Mientras Luis Suárez luchó todas y aprovechó una de las que tuvo, Neymar dio un pase fenomenal para el gol de Renato Augusto y luego fue diluyéndose en medio de un mar de piernas que evitaban que pudiera tener espacios para gravitar, justo cuando su selección más lo necesitaba.
Pero pese al gol de Luis Suárez no todo fue perfecto. El atacante intentó tanto que erró algunas oportunidades, como aquella clara al minuto 85, cuando quedó mano a mano frente al golero brasileño y definió sin puntería.
Neymar y Luis Suárez se parecieron mucho: ambos se fueron con tarjetas amarillas y tuvieron un tiempo cada uno, como Brasil y Uruguay. Ambos se comerán a medias la hamburguesa apostada, pero por el gol del pistolero, debería pagarla el que jugó de local.
#Brasil vs. #Uruguay: #LuisSuárez marcó en su regreso a la celeste ► https://t.co/3TXmeM3FCw pic.twitter.com/sMBTVwLYGq— El Comercio (@elcomercio) 26 de marzo de 2016