El plantel de Bayern Múnich se alistaba para tomarse la foto oficial de la temporada, cuando el arquero suplente del equipo, Tom Starke, agredió accidentalmente al entrenador Pep Guardiola.
El guardameta esperaba en su lugar y levantó las manos (parecía que mostraba algo a sus compañeros) y en ese momento el técnico español pasaba por ese lugar.
Las manos del arquero impactaron en el rostro de Pep, aunque este solo atinó a sonreír porque sabía que la acción había sido una casualidad.
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