Una lágrima –seguro– se va a escapar. Ocurrirá cuando Waldir Sáenz reciba el último aplauso y escuche su última canción. Los abrazos estarán por doquier; el color y la alegría de la gente que lo quiso, lo admira y lo criticó con furia devolverán aromas del pasado.
De esos años noventa en los que ‘Wally’ era el hombre de los lunes en los quioscos por ser noticia en todas las canchas. Vestirá por última vez los colores azul y blanco Alianza Lima y eso no deja de provocar todo tipo de sensaciones. Se trata del hombre que más goles hizo con la camiseta grone en toda la historia. Un privilegiado en ese sentido. Hoy dice adiós, aunque siempre estará volviendo.
¿Llorarás?
No lo sé, esas cosas no se preparan. La organización de ‘El Reencuentro’ ha costado mucho trabajo, para que todo sea de primer nivel, pero tú sabes que cuando la gente reconoce que uno se sacó la mugre por Alianza Lima y que cumplí mi trabajo, seguro me voy a emocionar... ¿quién no?
¿Y también por tus hijas? ¿Tendrán un papel esta tarde?
Mis hijas Tayra y Thais son todo. Mi familia, mi madre y mi padre. Siempre estuvieron conmigo en mi carrera, en las buenas y malas. Eso no se olvida y hoy van a estar a mi lado.
Esta despedida fue polémica desde el inicio. Te enfrentaste al administrador Christian Bustos para que sea en Matute.
Bueno, son cosas que ya pasaron. En su momento fue una incomodidad, pero ahora solo pienso en que la fi esta salga como tiene que ser. No podía ser en otro lugar, tenía que ser en Matute y cada detalle ha sido preparado para que sea una tarde inolvidable. Van a estar amigos de toda la vida, cuatro generaciones de jugadores: Cubillas, Cueto, los campeones de 1997 y jugadores que pertenecieron a las más recientes como Pizarro, Guerrero, Farfán, Carrillo, Reyna.
¿A tus 42 años puedes hacer retrospectiva y analizar tu carrera?
Mi carrera tuvo momentos malos y buenos. Pero se me dio la posibilidad de ser el goleador de Alianza Lima y superar en esa tabla a históricos como Teófilo Cubillas. Imagínate.
¿Por qué no triunfaste más, Waldir?
Cuando uno es joven a veces se equivoca y no es con mala intención. Creo que pude tener más ambición para alcanzar éxito en el extranjero. Pero con Alianza Lima lo di todo: títulos, máximo goleador en dos torneos y participaciones en Copa Libertadores.
¿Cuáles son los goles que más recuerdas?
En lo personal, recuerdo uno de 1997, cuando ya habíamos salido campeones y jugamos en Matute el último partido contra Melgar. Hice un gol y corrí a la tribuna a regalarle la camiseta a mi mamá. Y también el penal que signifi có el título del 2001 en Cusco. Tenía debajo de la camiseta la imagen de Sandro Baylón, mi amigo. Hasta ahora lo recuerdo.
¿Y qué harás en adelante? ¿De qué vas a vivir?
Voy a seguir ligado al fútbol. Por eso he formado una empresa y hay proyectos. Pero no descarto entrar a algún equipo a colaborar en el comando técnico. Me interesa el tema de formar delanteros y pulir la técnica. Todo eso se trabaja. Dicen que el goleador nace, pero si no trabaja, se pierde en el camino.
¿Esta despedida puede servir para tu reconciliación total y para siempre con la gente de Alianza Lima?
Tal vez, pero yo siento que la gente me respalda. Algunos seguro no están de acuerdo conmigo porque la carrera de un delantero tiene altas y bajas y en el fútbol hay mucha pasión. Más si se trata del equipo del pueblo, el más grande. Pero entendería si alguien se queda con un mal recuerdo. Me gustaría que revisen la historia y piensen en el campeonato de 1997. Salir campeón después de 18 años parecía imposible, pero esa generación con la que me tocó jugar lo alcanzó.
LEE TAMBIÉN
#WaldirSáenz: “El Reencuentro”, espectáculo y fútbol [PREVIA] ► https://t.co/jjmlshSdMC pic.twitter.com/Pez9GJnM4m— El Comercio (@elcomercio) diciembre 27, 2015