José Chiarella Espíritu era un entrenador que supo dirigir a los equipos de renombre del fútbol peruano e incluso llegó a la selección nacional. El estratega, profesor de educación física y bioquímico farmacéutico, falleció el último domingo y muchos lo recuerdan por su paso por el fútbol.
Desde su aparición en Primera División con Sport Boys, en 1966, Chiarella dirigió a equipos como Defensor Lima, Deportivo Municipal, Sporting Cristal, Melgar, Internazionale, Meteor, Mannucci, Miguel Grau, y en el extranjero logró el segundo lugar de la Liga Venezolana con el Portuguesa en 1983.En un artículo de El Comercio del 5 de abril del 2000, Chiarella, “el profesor, con su habitual tono, calmo al hablar”, describía este Diario, hablaba de la situación de su Defensor Lima querido, ese equipo de los 'Carasucias' de Breña que dirigió hasta en seis oportunidades y que en 1994 perdía la categoría para no volver más. “Es culpa del sistema, de la mala organización de nuestro fútbol”, justificaba. Es que don José siempre se presentó como un hombre que buscaba cambiar el fútbol peruano. Era considerado uno de los entrenadores más estudiosos y capacitados del medio en la década de los 90. Su formación en Brasil lo llevó a ese techo.
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“Para formar mejores futbolistas hay que darle más fuerza a la Educación Física desde el Estado”, declaraba a Gol Perú en una de sus últimas entrevistas en el 2016.Fue asistente técnico de Roberto Scarone en la selección peruana de 1973, según data el portal “dechalaca.com”, mientras que en 1979 asumió la dirección técnica de la Bicolor y las selecciones juveniles.En 1979, Chiarella vivió dos episodios muy recordados al mando de la selección. Fue el técnico de la Blanquirroja en la Copa América de ese año. Perú defendía el título y se presentó directamente en semifinales para enfrentar a Chile.
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Perú sin CopaChiarella dejó fuera para ese duelo a jugadores que militaban en el extranjero: Teófilo Cubillas y Johan Sotil, dos figura del Perú campeón cuatro años atrás. Tampoco estuvieron Gerónimo Barbadillo, Juan José Muñante, Percy Rojas ni Juan Carlos Oblitas. Solo fueron considerados César Cueto, Guillermo La Rosa y José Velásquez. La idea de Chiarella era privilegiar a los jugadores del torneo local.Perú cayó ante los sureños 2-1 en el Estadio Nacional de Lima y empató 0-0 en Santiago en octubre de ese año, quedando fuera de la defensa del título.
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Falsificación de partidas de nacimientoEl otro episodio que involucró a Chiarella se dio en el Sudamericano Sub 20 de inicios de 1979. Perú disputó la fase de grupos ante Uruguay, Argentina y Ecuador, este último fue al único que pudo vencer.Quedó eliminado en la primera ronda con apenas dos puntos (los que se entregaban por victoria en esos años) y no pudo clasificar al Mundial de Japón ni a los Juegos Panamericanos de San Juan.Sin embargo, la peor noticia llegó tres meses después del Sudamericano que se realizó en Uruguay. Se presentó una denuncia a raíz de la adulteración de edades de tres jugadores peruanos que habían participado en el certamen.
Se falsificaron las partidas de nacimiento de Eduardo Malásquez, Adhemir Arroé y Esteban Falla, para reducirles la edad y así puedan competir en el Sudamericano. En este hecho se vio involucrado Chiarella y algunos miembros de la Federación Peruana de Fútbol, que fueron acusados de fraude. Sin embargo, solo los tres futbolistas fueron detenidos por la policía durante algunos días.Esto provocó una de las muestras de apoyo más grandes del fútbol peruano. Los jugadores de los clubes locales realizaron un reclamo simbólico, sentándose en el campo de juego mientras el partido estaba en juego. La primera muestra se dio el sábado 5 de mayo en el duelo ente Municipal y Alianza y se repitió en otros encuentros como el Universitario-Huaral, Cristal-La Palma, Boys-Atlético Chalaco, Aurich-Junín, entre otros.La denuncia por alteración de las edades no llegó a ningún puerto y José Chiarella siguió su trabajo de técnico. Este episodio fue muy recordado en el 2013 cuando se dio el caso de Max Barrios, quien en realidad era Juan Espinoza Mercado, un ecuatoriano que falsificó una partida de nacimiento peruana para disputar el Sudamericano Sub 20 de ese año.
Personaje peculiarComo anécdota, se sabe que a José Chiarella no le gustaba viajar en avión, así como a Pedrito Ruiz, mítico jugador del Unión Huaral, y que compartió equipo con el estratega en Defensor Lima.Además, Chiarella era conocido por sus creencias en los chamanes. Se sabe que llevaba a estos personajes a los camarines para hacer limpias y así romper malas rachas. Incluso, en 1933 se peleó con Francesco Manassero cuando Defensor Lima se jugaba la permanencia y el entrenador llevó a un chamán y al siguiente partido echó un licor a sus jugadores para “alejar los malos espíritus”. Al volante no le gustó el hecho y discutió con el entrenador al punto de arrojarle un chimpún.
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Otro hecho recordado se dio en 1994. Cuando buscaba salvar la baja de Defensor, en un partido ante León de Huánuco, el técnico puso al portero suplente juvenil Luis Guzmán como delantero, cuando tenía en al banco opciones de ataque.Además, se sabe que Chiarella fue quien le dio la oportunidad a Juan José Muñante de aparecer en Primera. 'Jota jota' destacó en el equipo escolar del Colegio Guadalupe luego de que Chiarella lo descubriera en Cañete. Los trajo a Lima y lo matricularon en el citado colegio y lograron el título Sudamericano Escolar de 1966. Ese año, el entrenador llevó al atacante al Sport Boys y desde ahí el futbolista empezó a escribir su historia.José Chiarella dejó de entrenar en la década del 90 y reapareció en 1998 cuando se hizo cargo de la Escuela de Entrenadores de la Federación Peruana de Fútbol.A los 90 años dejó de existir José Chiarella, un entrenador a quien muchos calificaron de maestro. Sus restos son velados desde ayer en la Iglesia María Reyna de San Isidro.
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