Mishell Loli no quiere volver a pedir dinero en los semáforos para cumplir el sueño de representar a Perú como freestyler. Con 22 años, la joven deportista ya ha competido internacionalmente, pero debido a la escasez de recursos económicos, tuvo que pasar duros momentos para poder llegar a Cali, Colombia, donde se desarrolló el torneo latinoamericano Overtime Freestyle Football.El 27 de enero de este año, Mishell tomó un bus y emprendió su recorrido como mochilera con Colombia como destino final. Antes, tuvo que viajar por tres días hasta llegar a Guayaquil, donde se “recurseaba” haciendo freestyle en los semáforos. Dos semanas después, llegó al Valle del Cauca, para competir durante tres días contra freestylers de toda Latinoamérica. A pesar de los inconvenientes, el cansancio físico y no haber contado con las condiciones necesarias que requiere cualquier deportista, Mishell consiguió un meritorio cuarto puesto, tras solo un año y medio practicando este arte.Fue por coincidencias de la vida que descubrió el freestyle. Jugó fútbol desde los cinco años, pero sufrió una lesión en el pie izquierdo que la obligó a estar de para. Con la necesidad de seguir con el balón, empezó a hacer “dominaditas” en un parque, poco a poco fue aprendiendo nuevas figuras y trucos, hasta convertirse en una de las mejores exponentes en el país.Seguir representando a Perú en el extranjero en su más grande anhelo. Para ello, necesita apoyo que le solvente los viajes y que le pueda brindar la indumentaria óptima para competir a nivel profesional. Este año, recibió la invitación para dos torneos en México y Brasil, pero tuvo que declinar por no contar con los recursos necesarios.Mishell Loli también espera que a través de su ejemplo, más mujeres peruanas se animen a incursionar en el arte del freestyle, y se termine con el estereotipo de que es una disciplina exclusiva del género masculino.
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