Su alegría se nota en cada gesto y cada palabra. Ignacio Flores regresó al Perú y fue recibido en el aeropuerto por su familia y un centenar de personas que lo felicitaron por su buen trabajo en el Dakar 2013, en el cual alcanzó el puesto 8 de la clasificación general de la categoría cuatrimotos.
El objetivo siempre fue llegar. Un Dakar es muy difícil, pasan muchas cosas. Lo que se ha logrado es importante y hay que cuidarlo y respetarlo y hay que tomarlo con madurez, afirmó el peruano a su llegada.
Sobre el futuro, Flores está muy motivado, aunque prefiere esperar a que se confirme que el Perú será nuevamente sede de la prueba. “Primero, hay que ver si se confirma que Perú forme parte del Dakar 2014. Luego, más tranquilos, veremos si podré estar. Pero si lo hago, espero mejorar el resultado obtenido este año y ubicarme, porqué no, dentro de un top 5.
Sobre la histórica primera etapa que ganó entre Lima y Pisco, Ignacio recordó que ese desierto lo conoce a la perfección, ya que ahí entrena. “Salió mejor de lo que esperábamos. La felicidad que sentí al salir ganador de esa etapa es indescriptible”, declaró.
Agradezco a todo el Perú por el apoyo recibido, a mis familiares y amigos, estas semanas que estuve afuera me sirvió para darme cuenta de las buenas personas que me rodean”, dijo ante el aliento del público que fue a recibirlo.
Junto a él arribó Christian Málaga, cuatrimotista que tuvo que abandonar el Dakar, con quien se confundieron en un abrazo muy emotivo.