“Un kilito pesa bastante”, dice Shoely Mego Contreras y en cada mil gramos está la diferencia entre el éxito y la decepción. Hay muchas historias detrás de cada pesa; en cada kilo se guardan ilusiones, sueños, objetivos. En cada levantamiento se resumen largas jornadas de entrenamiento, rehabilitaciones y recuerdos.
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Shoely tuvo que dejar Bagua de niña para estudiar en Chiclayo y cuando cursaba el segundo año de secundaria fue invitada a entrenar en pesas. Recién en el 2017 llegó a Lima a estudiar psicología, pero se inclinó por seguir de lleno en el deporte luego de sus primeras medallas internacionales.
Tuvo que soportar operaciones a las rodillas y el codo, y desterrar la idea de dejar el deporte para no volver a sentir la anestesia en su cuerpo. Lo ha logrado siempre creyendo en ella misma, con poco apoyo económico y mucho empuje de quienes ahora la acompañan, como su cuerpo técnico y su novio, el también pesista David Bardalez.
Ahora su historia está llena de éxitos. Viene de ganar una medalla de bronce en el mundial de mayores y este año ganó tres preseas de oro en el Panamericano absoluto, lo que la ha llevado a ser la líder del ránking mundial 55kg de levantamiento de pesas.
—Historia de medallas—
Nacida en un pueblo a media hora de Bagua Grande, se ha convertido en la primera mujer en ganar una medalla en un mundial de mayores de levantamiento de pesas, en Bogotá en diciembre pasado, y la primera dama en estar en un podio Panamericano Absoluto, en Bariloche, hace una semana.
“Yo siempre quiero más. Sé que he ganado, pero quiero lograr más medallas, clasificaciones”, dice, pero aún no ha encontrado el apoyo para llegar más lejos. “Siento que mi medalla en el Mundial pasó desapercibida. Solo me felicitaron en mi federación y las personas que están conmigo. Y el IPD me subió de nivel en el Programa de Apoyo al Deportista (PAD). No hay más apoyo, le escribí a algunas marcas y ninguna apoya, ponen excusas”, nos cuenta, con inevitable fastidio.
Ganó la presea de bronce en envión en el Mundial levantando 109 kilos luego de sufrir malestares y tener que vomitar en el calentamiento previo. “No me podía rendir, me había preparado muy fuerte para ese torneo, pero me chocó la altura. Felizmente se logró la medalla de bronce”. Por este logro, están pidiendo que el IPD la reconozca con los Laureles Deportivos.
El festejo del éxito se chocó luego con la realidad del deporte. Ninguna marca se sumó para apoyarla para sus siguientes competencias. Los pesistas invierten en indumentarias, mallas, vitaminas y en los viajes a diversas competencias.
“A pesar de eso, hemos ganado más medallas”, dice y nos habla de las tres preseas doradas que logró en Bariloche hace una semana. Por primera vez levantó 85 kilos en arranque y con 107 en envión, se llevó el pleno de oros (112 en el total). Y siempre lo hace pensando en el Perú. “Cuando gané en arranque, lo primero que pensé es en que tenía la posibilidad de cantar el himno en el podio -premian a las que ganan en total-. Sabía que en envión era más fuerte y que podría ganar”.
Y lo logró. Campeona panamericana en los 55 kg y celebró por partida doble. En su cuello colgaban sus medallas de oro y en su mano se lucía el anillo de compromiso que David le entregó. Pronto habrá boda.
La relación con el también pesista empezó en el 2013 en Chiclayo, pero recién en Lima se consolidó. Ambos viven en el albergue de la Videna y han establecido una relación que le suma a ambos. Se apoyan, se alientan y crecen juntos. Por eso David llegó el anillo escondido en el equipaje a Bariloche para el romántico momento a orillas del Río Negro. Pronto habrá boda.
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