Los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi empezaron con entusiasmo pero con miles de plazas vacías en las primeras pruebas, en parte, según explicaron los organizadores este domingo, porque los controles de seguridad retrasan y molestan a los espectadores que se acercan a los eventos.
El comité de organización de los Juegos de Invierno, que se organizan por primera vez en Rusia, celebraron la afluencia que hubo en los recintos cercados en la orilla del Mar Negro y en las montañas de Caucaso cuando anunciaron que se vendieron el 92% de las entradas para las primeras entregas de medallas del sábado.
Pero reconocieron al mismo tiempo que miles de sitios permanecieron vacíos. La portavoz Alexandra Kosterina afirmó que muchos espectadores no llegaron a tiempo o ni siquiera entraron a los recintos deportivos, según ella, porque los fastidiosos controles de seguridad provocaban largas colas de espera.
Todos los espectadores deben pasar por detectores de metales y someterse a controles como los que se hacen en los aeropuertos. Las medidas de seguridad son muy estrictas debido a las amenazas terroristas que penden sobre esta región situada a pocos kilómetros de las pequeñas e inestables repúblicas caucásicas donde las fuerzas del orden rusas se enfrentan a una rebelión islamista.
“La gente tiene que entender que deben llegar con antelación”, avisó Kosterina, recordando que los rusos tienen la costumbre de llegar en el último momento a las competiciones.
La portavoz cree que el 81% del aforo se completó el sábado, teniendo en cuenta los espectadores bloqueados en los controles de seguridad. Cerca de 40.000 personas habían comprado entradas para la jornada del sábado, afirmó.
“Los estadios, en su mayor parte, estaban completos, la participación fue buena y esperamos que mejore con el paso de los días”, añadió la portavoz del comité organizador. “Creo que en los primeros días la gente sabrá el tiempo que hace falta para llegar a tiempo a las competiciones y cuanto tiempo se necesita para pasar los controles de seguridad”, explicó Kosterina.
Para la prueba por equipos de patinaje artístico que se disputó de jueves a sábado, uno de los deportes favoritos de los rusos, el Iceberg,un pabellón de 12.000 plazas, no estaba más que a la tercera parte del aforo para aplaudir a la estrella local Evgeny Plushenko o Julia Lipnilatskaia. Pero, la joven prodigio se desquitó este domingo en un estadio lleno y ante los ojos de su presidente Vladimir Putin.
El inicio de los Juegos de Londres de 2012 estuvo marcado por la polémica de algunos sitios vacíos, sobre todo aquellos reservados para la familia olímpica (atletas, miembros de las delegaciones y comités olímpicos nacionales). El comité de organización rápidamente solucionó el problema cediendo las plazas a estudiantes y militares.
Los Juegos de Sochi del presidente Putin suscitaron gran atención en parte por la preocupación de si Rusia iba a poder lidiar con la organización de un evento mundial, el más grande desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
El portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), Mark Adams, elogió el inicio de unos juegos que acabarán el próximo 23 de febrero. “Hay algunos sitios soberbios y mucha acción, los atlétas son el foco del espectáculo, como debe ser”, sentenció Adams.