Por Andrés Burgo, escritor y periodista argentinoEn tiempos en que Argentina es dirigida por un entrenador interino –que incluso en realidad nunca fue entrenador, ya que Lionel Scaloni hace dos años comenzó a ser ayudante de campo y con el don de la ubicuidad como gran aliado llegó a convertirse en el sucesor de Jorge Sampaoli–, Ricardo Gareca suena cada tanto en los medios y entre algunos hinchas como un posible candidato a ser el técnico oficial después de la Copa América.
Si todo técnico quiere dirigir a su selección nacional, Gareca tiene algo a favor: salvo algún milagro inesperado, por ejemplo, arrebatarle el título a Brasil, Argentina designará oficialmente a un entrenador después de la Copa América. Y algo más: los tres candidatos naturales no aceptarán el cargo.
Por diferentes razones, ni Mauricio Pochettino (reciente subcampeón de la Champions con el Tottenham) ni Diego Simeone (dos veces subcampeón de la Champions en el 2014 y 2016 con el Atlético de Madrid) ni Marcelo Gallardo (campeón de la Copa Libertadores con River en el 2015 y 2018) aceptarán dirigir a la selección, ni siquiera aunque eso signifique entrenar a Lionel Messi. En Europa se está mucho más cómodo que en el fútbol argentino –en los dos primeros casos– y diferencias con la jefatura de la AFA –en el caso de Gallardo– obligarán a los dirigentes argentinos a buscar otro reemplazante para Scaloni.
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¿Será Gareca, entonces? Hay pocos técnicos con mejor currículum que él. Sin embargo, en principio parece muy difícil. El ‘Tigre’ se tomó un tiempo de reflexión después del Mundial, que en realidad se pareció bastante a una espera lógica para recibir alguna señal de Argentina. Pero eso no ocurrió. Aunque periodistas e hinchas lo verían con buenos ojos, los dirigentes –al menos por ahora– parecen buscar otras alternativas.
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