No es un clásico ni un partidazo; es, si se permite, una rivalidad de la que han surgido casi todas nuestras alegrías futboleras: el 2-2 de la Bombonera, el 1-0 del 85, el 2-1 de Carazas e Hidalgo, el gol de Fano en el minuto 90 en el Monumental. También de las otras, pero esta nota trata de buenos tiempos. Cuando competíamos. Cinco historias perdidas en el tiempo antes del partido Perú-Argentina del jueves.
¿Se pueden ver imágenes a color del partido de La Bombonera?
En Internet es posible ver el partido completo de 1969. Pero las imágenes que ofrece YouTube son pobres, manchas con algún banner publicitario; digamos que demasiado pixeleadas para ser una joya audiovisual del fútbol peruano. Es así. Si un coleccionista quiere mirar el partido completo –e incluso algunas imágenes A COLOR antes y durante de ese 2-2 con goles de Cachito- puede buscar en el sitio oficial de Arkiv Perú, la página diseñada para activar nuestros más nostálgicos recuerdos. Por 20 dólares se puede adquirir el partido completo en blanco y negro, sin costo adicional de envío al Perú o al extranjero. Imágenes para que los abuelos vuelvan a ser niños. Y que, al menos, el pelotazo en la cabeza del Maestro Chale a Rulli se note con su exacta dimensión.
¿Quién iba a marcar a Maradona en lugar de Reyna?
Jorge Olaechea. La obsesión de Chale en las Eliminatorias para el Mundial de México 86 lo obligó a ver, junto con su comando técnico, imágenes del partido de Argentina con Venezuela y Colombia y había detectado que ambas selecciones decidieron marca personal contra Maradona. No era novedad. Era hasta cierto punto lógico. “Chale me dijo, y yo creo que todos entendíamos lo mismo, que Argentina dependía de Maradona”, recordó Luis Reyna en 2008 para DT. El detalle era que tanto en San Cristóbal como en Bogotá los hombres encargados de perseguir al genio lo superaban en talla y esa condición los volvía vulnerables ante la gambeta del Diez. “Necesitaba que alguien lo mirara a los ojos todo el partido. Que lo intimidara”, dice Chale ahora, cuando lo recuerda. La semana previa, en la concentración en el Country Club, la gran duda entonces fue quién lo hace. Por un lado estaba Mango, un defensor duro desde las inferiores; por otro Cachete, un muchacho silencioso de 25 años que entendía mejor el juego. Abel Silva, jefe de equipo de la selección (1978-1985), recuerda que la decisión de Chale no demoró más de un día. Reyna podía marcarlo sin ser agresivo y lo más importante, medía lo mismo que el Diez. Y esa tarde en el Nacional, Reyna iba a jaquear al rey.
¿Quiso Sendero Luminoso secuestrar a Maradona en 1985?
Por lo menos, fue el rumor instalado en la delegación argentina que llegó a Lima en junio del 85 y no pudo dormir la noche previa en el Sheraton. ¿Cómo era Lima entonces? ¿Qué estaba pasando en el Perú? La primavera que despertaba el primer Gobierno de Alan García no maquillaba el clima de violencia instalado por el grupo terrorista Sendero Luminoso y el MRTA. Alan García había prometido, entre otras cosas, no pagar la deuda externa. La Vía Expresa era aún la gran arteria para el tránsito de los Enatru. Detonaban coches bomba. Las cárceles eran desfiles terroristas. En la TV, el humorístico Los Detectilocos captó la idea e incluso grabó un programa del tema. A ese Perú llegó Maradona y su selección. Según el documental “1986: La historia detrás de la Copa”, producido por la Presidencia de la Nación Argentina, el equipo argentino sí pisó Lima con esa noticia: Sendero Luminoso iba a secuestrar a Maradona. Jorge Burruchaga explica así el clima: “La previa de ese partido fue traumática. Dura. Estábamos en un hotel del centro, al que habíamos llegado dos días antes. Habían puesto gente dentro el hotel. Gente afuera todo el tiempo. No podíamos andar por ningún lado. Terrible. Hasta la policía te quería pegar. Así eran las Eliminatorias de la época”. Argentina perdió 1-0 con gol de Oblitas. Ahí terminó la historia.
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¿Realmente bajó al camarín el general Videla el día del 6-0 del Mundial 78?
Sí. Una foto publicada por la revista Antifaz lo prueba: se ve al general Videla, uno de los dictadores más odiados del continente, ingresando al vestuario peruano. Roberto Mosquera, de african look, lo mira con la atención de quien ve a un fantasma y no lo puede creer. Hay tantas opiniones como hinchas llenaron esa noche la cancha de Rosario Central. Lo único cierto es que ese 6-0 eliminó a Perú del Mundial y que la camiseta con la que Héctor Chumpitaz jugó ese partido -8 de 10 puntos- se luce orgullosa en su casa museo del Cercado de Lima. Lo dice mejor Jorge Barraza, columnista de DT: “En todas las gestas del fútbol peruano está Chumpitaz, símbolo de una época magnífica que no tuvo recambio. Su sola presencia en el terrible 6 a 0 del '78 nos dice que no hubo nada raro. No concebimos ningún arreglo espurio en su presencia. Y menos con su consentimiento”. La camiseta en su casa es una prueba de su pureza.
¿Se peleó el Diablo Carazas apenas terminó el 2-1 de Perú sobre Argentina del 97?
Flamante técnico de menores de la Universidad César Vallejo, el Diablo Carazas fue protagonista del último triunfo oficial de Perú ante Argentina. Hizo un gol, un golazo podría decirse, y como era un tipo humilde quiso saludar a los jugadores argentinos tras el partido. El Muñeco Gallardo estaba ofuscadísimo, como si acabara de ver al diablo. “Quise cambiar la camiseta con un argentino y me mandó recontra lejos, ya te imaginas a dónde”, dice él. “Yo le había ganado con justicia. Pero igual no me quedé callado y le menté hasta a la abuelita”, recuerda Carazas, que en ese momento olvidó la sencillez y le sacó todo el barrio grande de la infancia. El picante Santoyo.
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Selección peruana: este sería el equipo titular ante Argentina ► https://t.co/VLcTuhIv1g pic.twitter.com/dMsoI0J72A— El Comercio (@elcomercio) 4 de octubre de 2016