Si tenía una chance mínima, ligera y remota de ser el seleccionador principal en el 2014, ya no la tiene más. Tras 15 años de carrera, Roberto Mosquera tomó la dirección de Perú por un partido y con un discurso: “soy un interino que no tiene chances de ser el técnico en el 2014”. Es más, hasta candidateaba al argentino Ricardo Gareca. “Yo no tengo opciones”, repetía. Sin embargo, en su círculo cercano, Mosquera agradecía el llamado de la SAFAP (Agremiación de Jugadores de Fútbol) para dirigir en este único partido y comentaba que deseaba impresionar a la FPF en el amistoso ante País Vasco para tentar alguna chance futura.
La paliza de 6-0 expone a Mosquera por hasta tres motivos:
1. PRETENDIÓ JUGAR DE IGUAL A IGUAL CONTRA UN PAÍS VASCO MÁS ENTRENADO El rival no era un equipo de aficionados, sino un cuadro que mezclaba lo mejor del Atletic de Bilbao con lo más selecto de la Real Sociedad. Un combinado que, al año, se reúne periódicamente a jugar. Perú, por su parte, fue un mix del Aurich, con alguito de Cristal y uno que otro extranjero junior. La táctica llamaba a ser juicioso, pero Mosquera no lo fue. Un gol a los 13 minutos inició un resultado de escándalo, que ninguna de sus variantes pudo torcer o corregir. Al contrario: llegado el minuto 90, la historia contará que Perú no hizo tiros al arco y solo mantuvo una posesión del 27% con un 77% del rival. Peor, imposible.
2. ARMÓ UN PERÚ DEMASIADO INGENUO EN DEFENSA Si bien su base defensiva era el Aurich (Delgado y Ramos) y los laterales eran los de Cristal (Advíncula y Yotún), Perú pareció un equipo de 11 desconocidos, con defectos técnicos serios y problemas para aguantar el ritmo a los vascos. Lo que vimos fue un baile, en el que Roberto Torres y Óscar de Marcos, jugadores españoles, hicieron trizas la defensa peruana en ambas bandas y Beñat Etxebarria fue dueño absoluto del medio campo. La improvisación de los nuestros se notó en varios detalles, pero sobre todo en uno: el veterano Walter Vílchez, que no juega un partido oficial hace más de 2 meses, fue el central titular elegido por Mosquera ante la defección de otros zagueros que no quisieron acudir.
3. RIFÓ PRESTIGIO DE LA SELECCIÓN CON UN MARCADOR DE ESCÁNDALO La escuadra de Perú no caía por seis tantos desde hace cinco años y cinco meses, cuando Uruguay goleó a la nacional en el camino a Sudáfrica 2010.La culpa aquí es colectiva: del técnico que planteó la táctica, de los futbolistas que participaron y de los otros que no aceptaron la convocatoria de la SAFAP por preferir sus vacaciones como los de Universitario de Deportes. El combo de errores trajo solo desprestigio para un Perú que hoy sale en cadenas como Fox Sports o ESPN goleado y humillado en Bilbao.
Por estas horas, Mosquera regresa a Lima con un amistoso que no le sumó nada sino muchísima crítica. No está quemado, pero sí seriamente chamuscado. Al Perú del 2014, no le entrenará él.