Paco Hervás está cómodo. Se siente respaldado porque a su lado tiene a las dos torres que le han dado soporte al Regatas Lima en toda la Liga Nacional Superior de Vóley, en la que se coronaron campeones tras vencer en la final a la San Martín. El trato entre Paco, Sareea Freeman y Ashley Benson es muy amical: sonríen, bromean, se abrazan.
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Y fueron las ‘torres’ Freeman y Benson parte vital para el campeonato. Le agregaron la fuerza y agresividad a la técnica que el grupo ya tenía. La evolución fue notoria en 4 años, los mismos que tiene Hervás en el cargo de entrenador.
“A Sareea la traje de nuevo”, confiesa Paco Hervás, pero la necesitaba como opuesta y no como central, como el año pasado. Ya la había exprimido en el bloqueo y ahora requería su fuerza para sumar más puntos. Ese martillo que tiene en sus manos dio resultados. “Si se queda, estará de líbero. Necesitamos despistar al enemigo”, bromea el entrenador.
Y tras el cambio llegó el nuevo refuerzo. A Ashley la tentaron de Alemania, un país con un vóley superior, pero ella decidió venir. “Sentir el aliento a favor y en contra influye mucho en mi rendimiento y eso me gusta”, nos dice Benson.
Se enamoró del Perú, del trato de la gente y, sobre todo, de esa relación íntima con sus compañeras, donde el idioma quedó de lado. Ni Ashley ni Sareea hablan español, pero eso no fue impedimento para conectar con el equipo. Una indicación al oído de Cristina Cuba o un simple palmoteo de Miriam Patiño a Freeman hablaban por sí mismos.
“Hay diferentes formas de hacer un equipo”, confirma Hervás al hablar de la unidad de su plantel. Regatas ha remado bastante y lo hizo a fuerza de voluntad sin desistir jamás.
No cree en escuelas ni en manuales para consolidar un grupo humano. Él está feliz en el Perú y se quedará un tiempo más. Quiere seguir al mando de su Regatas y espera seguir contando con el soporte de sus dos torres. Así lo quiere, así seguramente será.
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