Desde el inicio del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, una de las promesas repetidas con mayor frecuencia es recuperar el ritmo de crecimiento y llevarlo a niveles de 5%. Lo anterior implica mejorar nuestro crecimiento potencial, que está un poco por debajo del 4% anual.
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Queremos ser francos: mover la tasa de crecimiento potencial de un país es algo que implica un esfuerzo muy importante, aquí, o en cualquier otro lugar del mundo. Para ello se requiere impulsar reformas que mejoren el nivel de eficiencia del aparato productivo de manera permanente.
Lamentablemente, no vemos que se esté pensando en estas reformas. Existen medidas que van en el sentido correcto, pero que solo pueden tener un efecto temporal o la magnitud del mismo será modesto. Es necesario mejorar el esquemas de APP en el país, no cabe duda, pero ello no será el detonante de este esquema, dadas las restricciones fiscales que enfrenta la actual administración. Por otro lado, el mecanismo de OxI debe tomarse con cuidado, porque no es otra cosa que endeudamiento del Gobierno, debido a que las obras se pagarán con menor recaudación en el futuro.
La introducción del nuevo Sistema de Programación Multianual y Gestión de Inversiones (Invierte Perú) tiene un buen objetivo de mediano plazo, pero la transición hacia este sistema tomará tiempo y hará que sus efectos sean limitados –si es que no adversos– sobre la inversión pública en el 2017.
Esto porque con el nuevo sistema se ha generado mucha incertidumbre en los ejecutores y formuladores de proyectos, que esperan la promulgación del reglamento para saber qué hacer. Ante esta situación, un escenario muy probable será la paralización de la inversión pública en los primeros meses del 2017.
Desde el lado tributario, sí se han tomado buenas decisiones. La simplificación del sistema y las mejoras de las condiciones financieras para las medianas y pequeñas empresas son buenas noticias. La otra buena noticia es la postergación de la reducción del IGV, que no agregará una fuente de estrés fiscal adicional al ya existente.
Sin embargo, en el tema de la formalización no se aprecia que dichas medidas sean suficientes para alcanzar las metas propuestas. La gran duda es si las medidas y el mucho o poco liderazgo del Gobierno logran impulsar las elusivas expectativas que son esquivas desde hace tres años. Lamentablemente, el ruido político no ayuda. Todo esto nos hace pensar que el Perú crecerá en el año 2017 por debajo del 4%.
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