Un reciente documento elaborado por Green Climate Fund (GCF) sobre Agenda Amazonía, parte de una realidad concreta, pero también de una amenaza: El paisaje forestal es el principal activo para el desarrollo de la Amazonía peruana, pero su deforestación es el principal problema.
Esta dicotomía entre el capital natural y el valor comercial de los productos generados por el bosque, teniendo como único factor de productividad el elemento precio, es la causa principal de la deforestación y la degradación de los suelos.
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Los procesos técnicos y los avances tecnológicos en el primer eslabón de la cadena productiva marcan la trazabilidad del producto y fuerzan a otros eslabones a adaptarse a un sistema continuo de procesos de cambios, para darle sostenibilidad al producto y a la integridad del proceso productivo, con la finalidad de mejorar la productividad sin causar daños al suelo ni extender la deforestación por mayor producción.
Este esfuerzo en el deseo de encontrar la sostenibilidad del territorio pasa por acuerdos sólidos, creíbles y realizables, en un entorno de confianza y consensos institucionales y ciudadanos.
Un primer paso en este proceso es bajar rápidamente el nivel de vulnerabilidad del territorio, lo que pasa por entregar formación técnica a los jóvenes, sobre la base de las potencialidades del territorio combinado con una buena salud.
Ambos aspectos elevan el nivel de productividad que, a la larga, golpea a la pobreza y disminuye la desigualdad, que es el principal enemigo de la Amazonía.