Cuando Antonio Goycochea fue convocado para ocupar una plaza gerencial y dejar su puesto como supervisor en una empresa minera, se topó con una barrera que le impidió dar el salto: el inglés. Se preocupó en estudiar una maestría y acumular experiencia en su especialidad, pero ambos factores no bastaron para conseguir el puesto.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Antonio solo tenía un nivel básico de inglés. Como él, todavía muchos profesionales que aspiran a escalar posiciones no dominan este idioma. Así lo confirma una encuesta de LHH-DBM Perú aplicada a trabajadores peruanos en el 2015.
Esta señala que el 21% cuenta con un nivel básico de inglés, un 39% tiene nivel intermedio y 38% un nivel avanzado. El mismo sondeo revela que el 32% de los participantes cursó un MBA, en tanto que un 23% estudió una maestría distinta a un MBA y un 43% se inclinó por un diplomado o un curso de especialización.
Pero, qué pesa más al momento de competir por una plaza ejecutiva: ¿el inglés o una maestría? Día_1 conversó con tres especialistas para analizar el tema. “El inglés es hoy un requerimiento indispensable. El no tener inglés le resta valor a un profesional, no pasa lo mismo con una maestría porque al tenerla le suma”, señala Diego Cubas, socio director de Cornerstone Perú.
El experto sostiene que una maestría sumará valor al profesional siempre y cuando esta tenga utilidad para el mercado. “Hoy tenemos todo un abanico de maestrías, pero no todas aportan valor. Dependerá de la institución, el tipo de maestría o si el programa integra algún ránking internacional”, explica.
Por su parte, Guillermo Winter, director de Head Hunters Perú, sostiene que si bien el contar con inglés avanzado es un plus para el trabajador, se debe valorar un perfil integral que incorpore un conjunto de habilidades y conocimientos.
“Todo depende de lo que la empresa requiera. Yo diría que son importantes las competencias blandas, luego el dominio del inglés y la maestría. Si un ejecutivo habla bien el inglés, pero sus capacidades de liderazgo o trabajo en equipo son bajas, no podrá dirigir de manera eficaz”, sostiene Winter.
En línea similar, Patricia Padilla, gerenta comercial de la consultora CL Selection, opina que tanto los estudios de posgrado como el dominio del inglés dotan de recursos esenciales a quienes planean incursionar en el mundo ejecutivo. “Ambos factores son importantes y tienen que avanzar a la par. Ello hará que los trabajadores sean percibidos y valorados”, asevera.
UNA DEMANDA SOSTENIDAPadilla menciona que la necesidad de contratar personal ejecutivo que domine inglés se da desde que las compañías empezaron a expandir sus negocios hace casi 10 años. Ya no solo multinacionales asentadas en el Perú buscan a esos profesionales, sino también lo hacen firmas locales.
“Vivimos en un mundo globalizado y el idioma para hacer negocios es el inglés. Ahora todas las compañías tienen algún tipo de relación comercial, ninguna empresa es más una isla. Esto hace que sea imprescindible contar con ejecutivos bilingües”, apunta Cubas.
Tanto Padilla como Winter señalan que hay una demanda sostenida de ejecutivos con dominio de inglés en sectores como minería, hidrocarburos, consumo masivo, finanzas, manufactura, exportación, entre otros rubros, pero que “no es una tarea sencilla” encontrar dicho capital humano.
Los especialistas estiman que en los próximos años la demanda se incrementará y el inglés dejará de ser un filtro determinante para pasar a ser un requisito básico. Mientras llegue ese momento, aprenda el idioma y evite ser el protagonista de una historia como la de Antonio.