[Juan Carlos Cáceda es Socio de Consultoría de BDO Perú]
Desde hace algunos años, el Perú está trabajando en aspectos relacionados a la calidad regulatoria y simplificación administrativa, principalmente a nivel de las entidades del Gobierno Central. Ello en el marco de las recomendaciones realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a fin de que el país pueda ser aceptado por esta organización para el 2021. ¿Podríamos alcanzar esta meta?
Hasta el momento, se han tenido sustantivos avances en la lucha anticorrupción, así como la implementación en forma progresiva de sistemas de integridad, permitiendo una mayor transparencia hacia la ciudadanía sobre el proceder de las instituciones públicas.
Y como el crecimiento económico es uno de los principales temas de interés para el Gobierno central, ello le demanda un mayor esfuerzo para efectuar iniciativas encaminadas a buscar la productividad, impulsar el comercio exterior y mejorar la competitividad, con la finalidad de lograr un crecimiento sostenido en los diferentes sectores de nuestra economía.
Debemos ser conscientes de que este proceso de reforma demanda una participación activa del Gobierno, así como de la ciudadanía y empresariado. Los ciudadanos son los mayores beneficiarios, en la medida en que el Perú se fortalezca como país, adoptando estrategias, políticas y estándares internacionales que han permitido a diversos países lograr mayores índices de desarrollo económico y social.
Por su parte, el sector privado debe aunar esfuerzos, a fin de aportar su experiencia y ser el más crítico de la agenda regulatoria que viene dando el Gobierno. Algunos especialistas recomiendan implementar un observatorio de mejora regulatoria, a través de la participación de gremios y organizaciones de la sociedad civil en foros de discusión activos. Consideramos que esta acción sería positiva y debería ejecutarse en el corto plazo.
Nuestro país en las últimas dos décadas ha crecido de manera sostenida, y ha sido reconocido por la comunidad internacional como uno de las naciones que posee las mejores condiciones para seguir desarrollándose. Durante estos años hemos construido la base necesaria que debemos aprovechar como país, y no esperar su deterioro y, como resultado, un retroceso.
Con este panorama, consideramos posible lograr la meta del 2021 de ingresar a la OCDE. El sector público y privado deben unir esfuerzos y priorizar las acciones necesarias. Los avances que hemos logrado son sustanciales. No nos quedemos en la última milla.