Mucho antes de que Uber decidiera mudarse al edificio corporativo que hoy ocupa en pleno centro de Miraflores, la aplicación de taxi optó por hacer uso de un espacio ‘coworking’ –también en ese distrito– para dar sus primeros pasos en nuestro país.
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En una oficina ‘coworking’, que alude al hecho de compartir un espacio de trabajo y equipamientos, se puede alquilar desde un puesto de trabajo (escritorio dedicado), una mesa compartida y hasta una oficina completa y privada, como en el caso de Uber, que estuvo dos años en Comunal Benavides 1180.
Pero la aplicación de taxi, que hizo su incursión en el país con apenas tres personas, no ha sido la única y hoy ya son muchas las empresas y profesionales que han encontrado en los ‘espacios colaborativos’ el lugar idóneo para sacar adelante sus emprendimientos y negocios.
A diferencia de lo que sucede en grandes ciudades como Nueva York o Londres, en donde empezó su difusión en el 2005, el uso del término ‘coworking’ en nuestro país es relativamente nuevo. “Hace cuatro o cinco años recién se empezó con este formato”, señala Ernesto De Olazával, cofundador y gerente general de Comunal Coworking.
HABLAN LOS ACTORES
Pese a su reciente incursión, el ‘coworking’ ha venido ganando terreno a pasos agigantados, al punto que son más de diez las empresas –sondeadas por Día1– que en la actualidad forman parte de este nuevo segmento, dentro del mercado de oficinas corporativas en la capital.
Por su parte, Binswanger Perú ha registrado más de 40 espacios de oficinas compartidas y encuentra que dos distritos resaltan con un marcado protagonismo. “Miraflores y San Isidro cubren más del 70% de los espacios ‘coworking’”, afirma Max Medina, analista de mercado de la consultora inmobiliaria.
A ambos distritos se suman –como destacan Cushman & Wakefield y Cúbico– Surco, Magdalena y Barranco, en cuyo inventario destaca claramente el desarrollo de espacios colaborativos (ver infografía).¿A qué obedece el éxito que viene cosechando este nuevo formato?
Según Ana María Castro, country manager para Perú y Ecuador de Regus, la evolución positiva de las oficinas ‘coworking’ responde a las necesidades de las empresas “de todo tamaño” por contar con soluciones flexibles que ayuden a minimizar posibles riesgos.
En esa línea, Ernesto De Olazával de Comunal, destaca el hecho de que los espacios ‘coworking’ no solo sean demandados por profesionales independientes o ‘startups’, como solía ser en sus orígenes, y no duda en avizorar un futuro bastante promisorio para el desarrollo de este formato.
FUTURO PROMISORIO
Por lo pronto, Aissa Lavalle, country manager de Cushman & Wakefield en el Perú, encuentra potencial en distritos como San Borja, Pueblo Libre, Lince y Surquillo, en donde su bajo inventario de oficinas corporativas –especialmente para profesionales independientes– podría jugar en favor del ‘coworking’.
Para engrosar la lista, Carlos Bebin, gerente general de Cúbico no solo añade a La Molina, sino que también destaca el interés que tienen algunos actores del mercado por replicar lo hecho en Lima en el interior del país.
“Es cierto que se vienen nuevos proyectos en la capital, pero también hemos identificado otras iniciativas en ciudades como Tacna, Trujillo, Cusco y Arequipa”, afirma.
Por lo pronto, Regus será una de las primeras firmas en dar el gran salto y tras su nuevo centro de negocios en Surco –que inaugurará en breve–, vendrá su primera incursión en provincias.
“Con Surco cerraremos el año con ocho centros de negocios y seguimos buscando opciones para seguir creciendo en Lima e, idealmente, a nivel nacional”, adelanta a este suplemento Ana María Castro.
Mientras que Comunal, con miras a triplicar su facturación, tiene un plan bastante agresivo para el 2018. Según De Olazával, el próximo año sumarán cinco nuevos locales a su portafolio. Para concretar su primer proyecto irán en alianza con Swiss Rents, lo que marcará la incursión de la división inmobiliaria de Swiss Capital Group al negocio de oficinas ‘coworking’.
Al respecto, Pierre Gianonni, gerente general de Swiss Capital, revela que 1.200 m2 de su edificio Swiss Tower serán acondicionados para generar alrededor de 200 espacios colaborativos que serán operados por Comunal. Y, si los resultados los favorecen, no durarán en apostar por edificios completos destinados a ‘coworking’.
“Tenemos un terreno que estamos evaluando para ver si lo destinamos a este nuevo negocio, pero también tenemos espacios en Surco y San Isidro que analizaremos si es posible reconvertirlos”, sostiene.
NUEVOS ACTORES
Pero si de nuevos actores se trata, la lista no parece detenerse. Según Binswanger Perú, el grupo Inmobiliario Albamar viene desarrollando en la avenida Reducto un edificio dedicado íntegramente a oficinas ‘coworking’ (Torre 12), en tanto que el grupo Caral hará lo propio en San Miguel con un edificio de uso mixto que incluirá viviendas y espacios colaborativos.
En ese sentido, Max Medina no duda en afirmar que el inventario continuará en incremento, no solo porque “existen inmobiliarias rentistas interesadas en ese tipo de proyectos, sino porque hay un creciente interés en la elaboración de proyectos de uso mixto que incluirán espacios ‘coworking’”.
A lo que se suma la pretensión, asegura Juan Carlos Checa de Contract Workplaces Perú, de uno de los gigantes del negocio de ‘coworking’ en el mundo por aterrizar en el Perú, que está pensando en tomar alrededor de 20.000 m2 en Lima, el próximo año.Y, por si fuera poco, Spaces acaba de anunciar su ingreso a nuestro país.
La empresa originaria de Ámsterdam llegará en octubre a San Isidro, que se convertirá en su tercer espacio dentro de Latinoamérica.Con estos nuevos ingresos, el negocio de oficinas ‘coworking’ o espacios colaborativos –como dice Checa– se convertiría en protagonista de un importante ‘boom’, que ya da claras muestras de avanzar en el camino correcto.
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