Poco más del 25% de los peruanos cuenta con un seguro. La gran mayoría de trabajadores asalariados e independientes no realiza aportes regularmente. Y un tercio de aquellos que sí tienen un seguro probablemente recibirán una pensión menor al mínimo vital cuando se jubilen. Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Diariamente nos enteramos de personas de la tercera edad que no pueden vivir dignamente porque la pensión que reciben no les alcanza ni para sus medicinas. Algunos recurren a sus ahorros e inversiones, otros a sus hijos o ser considerados parte del programa Pensión 65.
El padre de un amigo trabajó por 30 años y contribuyó religiosamente con el seguro. El señor tiene ahora 68 años y, al realizar la proyección de su pensión, se ha dado con la ingrata sorpresa de que será máximo S/720 cuando su sueldo es S/5.500. Mientras que la pensión proyectada de un gerente general de 59 años que aportó al seguro 20 de ellos, ascenderá a S/6.000 aproximadamente.
Es evidente que el actual modelo requiere cambios. Tenemos tres sistemas independientes: pensión solidaria (Pensión 65), sistema de capitalización individual (AFP) y contribución social solidaria (ONP).
La OIT y el Banco Mundial han recomendado llevar adelante una reforma integral. Todas las personas deberían tener acceso a una pensión social mínima financiada por el Estado, los trabajadores y las empresas. Es decir, una suerte de Pensión 65 pero universal. A esa pensión mínima se le sumarían las contribuciones a la AFP y ONP (que debería ser obligatoria para los independientes), un seguro obligatorio y los aportes voluntarios, los cuales hoy no están permitidos en la ONP.
Un indicador de desarrollo del Perú de cara al bicentenario debería ser que contemos con un sistema equitativo, universal e integral de pensiones para todos.
De cara al bicentenario, un indicador de desarrollo sería que contemos con un sistema universal e integral de pensiones.