La reciente norma aprobada por el Congreso de la República, sobre la posibilidad de que los afiliados al sistema privado de pensiones, en etapa de retiro, puedan disponer del 95,5% de sus fondos, ha polarizado a la población por los impactos positivos y negativos que puede generar en dichas personas. No obstante, la pregunta es ¿quién gana o quién pierde con esa decisión? Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
PERDEDORESPara los especialistas, los principales perdedores de las medidas son los afiliados, debido a que no todos tienen la misma condición económica al jubilarse.
Felipe Morris, presidente de Interseguro, la empresa con mayor cuota de mercado en rentas vitalicias, dice que solo una minoría de los que se jubilan cuenta con riqueza adicional a sus fondos de pensiones.
De ahí que, los jubilados que no están en ese grupo y decidieran retirar su fondo podrían quedarse sin pensión al tener que asumir, por cuenta propia, los riesgos que demanda invertir su capital y el hecho de que este pueda agotarse antes de que fallezca.
Mario Ventura, gerente general de seguros Sura, que también ofrece rentas vitalicias, señala que si bien las personas podrían abrir una empresa con su fondo, ello implicaría que tengan que tomar los riesgos que demanda un negocio y, probablemente, trabajar en su etapa de vejez.
Sobre la posibilidad de que las aseguradoras pierdan negocio por la menor demanda de rentas vitalicias, ambos ejecutivos concuerdan en que esta podría darse en el corto plazo, si se considera la incertidumbre que ha generado la norma.
No obstante, Ventura confía en que la demanda se recupere, dado de que el público valora el producto, debido al mecanismo de subasta que se usa para elegir a la aseguradora que le ofrecerá su pensión.
El ejecutivo señala, que otro perdedor de la iniciativa es el país, debido a que resta capacidad a las inversiones de las aseguradoras, que es el principal inversionista institucional de largo plazo.
Cabe indicar que la referida iniciativa no solo desnaturaliza el objetivo por el que fue creado el sistema previsional, sino que abre la puerta para eliminar este sistema.Además, a principios de diciembre han ingresado tres proyectos de ley que proponen eliminar la obligatoriedad de los aportes.