Son varias las propuestas que se escuchan de los candidatos a la presidencia de la República. ¿Se enfocan en aquello que nos hará más competitivos y crecer como país?Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Generar crecimiento a través de reformas implica que el Gobierno lleve a cabo aquellas que permitan a las empresas ser más competitivas, a todas, pequeñas y grandes.
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Algunas ventajas dependen de ellas mismas y de su gestión; pero otras están en el terreno de lo que el próximo gobierno pueda hacer. ¿Las propuestas de los candidatos se centran en el crecimiento a través de las estos cambios o de una mayor demanda? Lo cierto es que la competitividad no se limita a las reformas, sino a la eficiencia de las mismas. Más allá de la propuesta, importa la estrategia.
En el Perú no existen mediciones del impacto de las reformas en la economía y, por lo tanto, de las políticas que más influirían en nuestro camino hacia la competitividad; sin embargo, como parte del Proyecto Elecciones 2016 del CIES, el grupo del Banco Mundial elaboró un documento que recomienda cambios que nos lleven a elevar la productividad y competitividad de nuestro país.
Las políticas horizontales, es decir generales para todos los mercados son: facilitar el comercio exterior (reducir costos para exportar –según el Banco Mundial los costos logísticos para la exportación de cebolla amarilla alcanzan en el Perú hasta el 50% del costo de producción–, mejorar infraestructura y servicios de transporte y logística), reducir las rigideces en el mercado laboral y fortalecer capacidades de los trabajadores y, finalmente, promover la competencia a través de reformas regulatorias.
Las políticas verticales, que apuntan a sectores específicos, que recomienda el documento son: ayudar a empresas a innovar (no hay incentivos económicos ni apoyo desde el aparato público) y resolver fallas de mercado para lograr diversificación productiva, sobre todo en el campo de las exportaciones.
Según el Banco Mundial, “al descomponer el crecimiento exportador, se obtiene que entre el 2003 y 2013, el incremento de las exportaciones de productos existentes a mercados existentes explica el 63% del crecimiento; mientras que el 37% se atribuye al incremento de las exportaciones de nuevos productos y de productos existentes en nuevos mercados”. En este campo, de las políticas verticales, la última recomendación es buscar inversión que forme parte de cadenas de valor globales.
Muchas empresas se han esforzado por adaptarse a los cambios que el mundo exige y por ser más competitivas. Lo han hecho más rápido que el Estado que no los ha acompañado siempre. Debemos seguir impulsando y desarrollando estas ventajas, a través de reformas, a menos que pretendamos persistir en el subdesarrollo.