“Nuestro único objetivo no puede ser ganar dinero, debemos estar dispuestos a producir valor compartido, eso significa crear valor para la empresa y para la sociedad”. Con estas palabras, Carlos Rodríguez Pastor, el hombre fuerte del grupo Intercorp, aludía –en la última edición de CADE– al nuevo rol que deben asumir las empresas peruanas hoy y de cara al futuro. Pero su discurso encaja perfectamente con lo que una empresa debe hacer para convertirse en sostenible y perdurar en el tiempo.
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Y es que, más allá de perseguir resultados económicos positivos, en la actualidad, las empresas deben sopesar sus decisiones pensando, además, en quién las rodea, en la sociedad y el medio ambiente. Solo así lograrán el equilibrio necesario entre crecimiento económico, bienestar social y ambiente, la trilogía que les permitirá convertirse en empresas sostenibles.
Si bien, en el 2015 –de acuerdo al Global Reporting Initiative (GRI)–, apenas 59 de los 5.509 reportes de sostenibilidad publicados en el mundo provenían del Perú, ubicándonos en el puesto 30 de un total de 73 países, bien vale preguntarnos, ¿cuánto han avanzado las empresas peruanas en la adopción de un concepto como la sostenibilidad? Y, lo que es más importante, ¿qué tanto se involucran y conocen los directores sobre un tema hoy está en boga y que les permite tener empresas responsables y de largo aliento?
Según el primer estudio sobre “Direccionamiento de la sostenibilidad desde los directorios hispanoamericanos”, que hoy se publica en exclusiva Día1, pese a que un 56% de los directores peruanos encuestados es consciente de que la sostenibilidad permite visibilizar oportunidades y riesgos, más de la mitad de las empresas que ellos representan (52%) no realiza reportes de sostenibilidad.
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Frente a tan obvia contradicción, Andrea Pradilla, directora del GRI para Hispanoamérica, refiere que el siguiente paso consiste en traducir el nivel de comprensión que hoy tienen los directores, en acciones concretas que deben ser lideradas –precisamente– desde los directorios de los que ellos forman parte, tal y como viene sucediendo con el grupo Graña y Montero (GyM), por ejemplo.
Al respecto, su subgerenta corporativa de sostenibilidad Jessica Vásquez refiere que el rol de su directorio ha sido muy valioso, porque ha permitido visibilizar los temas ambientales, sociales y de gobernabilidad para identificar riesgos, determinar objetivos de mejora y alimentar e involucrar la sostenibilidad en sus estrategias y en las relaciones con sus grupos de interés.
NIVEL DE INFLUENCIADebido a que la sostenibilidad permite visibilizar oportunidades y riesgos, Óscar Salazar, consultor asociado de MC&F –socio del GRI en el Perú para el estudio–, sostiene que dicho concepto debe ser aprovechado como un medio para propiciar un mejor relacionamiento con los grupos de interés. “En el caso de las comunidades, los conflictos sociales mal llevados han permitido reconocer que este tipo de actores tienen una injerencia importante en la evolución de las empresas”.
Por ello, a Andrea Pradilla no deja de llamarle la atención que actores, que en tiempos de crisis pueden ser determinantes –como proveedores, ambientalistas, ONG y gremios– sean catalogados como los de menor influencia cuando se gestiona la sostenibilidad. Sucediendo todo lo contrario con los clientes o consumidores y con la alta gerencia, que son percibidos como los de mayor influencia.
Sobre el particular, Nancy Yong, socia de consultoría de PwC, refiere que el fortalecimiento de las relaciones con los grupos de interés permitirá que el horizonte de vida de las empresas se oriente al largo plazo, mientras que la rotación de personal entre colaboradores jóvenes tendería a disminuir. “Hoy en día, la decisión de permanencia o de ingreso a una compañía, en el caso de los ‘millennials’, depende mucho de si la empresa es verde o no”, anota como ejemplo de lo que la sostenibilidad involucra.NUEVA AGENDAPor razones como esas, desde el GRI están convencidos sobre la necesidad de emprender una nueva agenda para los directorios, no solo porque deberían ser los entes rectores de la sostenibilidad en el largo plazo (como revela el estudio), sino porque actualmente el tema es liderado claramente por los equipos administrativos.
Pero, debido a que el gobierno corporativo, las prácticas laborales, la seguridad industrial y el trabajo digno han sido los temas de sostenibilidad tratados con mayor profundidad en los últimos años, los directores encuestados consideran que medio ambiente, transparencia y lucha contra la corrupción debieran ser profundizados.
Y, ¿hacia adelante? A pesar de que todos los entrevistados coinciden en que los directorios tienen la responsabilidad de asegurar la generación de valor de largo plazo en sus compañías, Enrique Díaz, socio fundador de MC&F, resalta el hecho de que la sostenibilidad ya esté presente en las agendas de los directorios peruanos. Pero también considera que la percepción sobre el liderazgo que deben asumir los directorios debe hacerse realidad con acciones concretas, que se traduzcan en una gestión distinta, pero con miras a lograr empresas más prósperas y sostenibles.