Una afortunada mezcla de varios factores positivos permitieron que el 2017 sea recordado en nuestro país como un año de récords históricos en cuanto a la rentabilidad de los fondos de pensiones. Ya lo había dicho Aldo Ferrini, gerente general de AFP Integra, en noviembre pasado: en el fondo 1 el avance superó el 7,1%; en el fondo 2 anduvo por el 9,3%; y en el fondo 3, el ritmo de incremento fue de 9,08%. Pero el caso es que, aunque las cifras dan para entusiasmarse, al mirar lo que suceda en el 2018 hay que ser más cauto. El CEO de Sura, Jorge Ramos, explica las razones y, junto a Día1, hace un balance de lo que dejó el año para sus otros negocios.
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En algún momento del 2017 se habló de hasta 12% de rentabilidad en los fondos de pensiones. Si uno contrasta eso con el ambiente enrarecido que se vive en estos días, podría no creérselo.En general, tuvimos un panorama global beneficioso, por el dinamismo que presentó en su conjunto. Las bolsas, a nivel mundial, tocaron nuevos récords, y el desarrollo del sector tecnológico lideró esta alza en las acciones internacionales.
¿Qué circunstancias considera que fueron preponderantes para impulsar estos índices de rentabilidad? Nosotros tenemos un portafolio bastante diversificado, eso nos da la posibilidad de tener inversiones en activos que dan buenos rendimientos. También lo que pasó en el Perú –al margen de la crisis política reciente– fue un componente importante para los retornos que tuvimos.
¿Cómo resumiría lo positivo en cuanto a nuestro país?En el consolidado, el Perú es una economía estable, con una bolsa de valores local (BVL) que ha tenido un desempeño favorable y una renta fija con un apetito tremendo, porque el país tiene un nivel de endeudamiento muy bajo. Ello le da solidez y respaldo, que hace, por ejemplo, que los papeles de deuda estén bien cotizados (en soles y dólares).
Crisis al margen, ¿considera que el panorama de los últimos 12 meses podría repetirse durante el 2018?Si uno se maneja a largo plazo, como nosotros, te diría que la expectativa de rendimiento estará alrededor del 7%, en promedio. El 2016 fue un año bueno y estuvimos por encima de eso, y el 2017 fue extraordinario y hasta hemos podido estar al doble de eso, pero lo normal es que la rentabilidad se sitúe alrededor del 7%. Un tercer año bueno –pensando en el 2018– no es imposible, pero considero que la rentabilidad en este año debería moderarse y estar por debajo del 10%, lo que no significa que eso sea un panorama negativo, sino converger a la media.
El gran reto de estos dos últimos años –en el ámbito de las AFP– ha sido lidiar con la libre disposición del 95,5% de los fondos de pensiones a favor de los jubilados. En ese aspecto, ¿cómo les fue en el 2017? Solo el 1% de los jubilados que hacen uso de esta prerrogativa invierte el 100% de ese retiro en contratar un producto pensionario. Casi la mitad lo destina a un negocio propio, el 20% a distintas inversiones y un 30% al consumo.
Ahora, lo que todavía no averiguamos es qué pasa con los jubilados que no compran un producto de jubilación tradicional tras el retiro de ese 95,5%. Pasa que hoy en día se está desarrollando un mercado de rentas privadas que, a diferencia de las vitalicias, tienen un horizonte de 10 a 15 años. Eso nos deja ver que esta libre disposición del 95,5% ha hecho que nazcan nuevas modalidades para invertir y debemos contemplarlas como alternativas.
Los están obligando a innovar.De todas maneras. Estamos recogiendo la experiencia positiva. Esta apertura total de disponibilidad de los fondos ha servido para que la industria de seguros innove, para que los bancos presenten nuevas alternativas, ¿por qué no recoger esa experiencia y decir: vale, ahora hay más alternativas de jubilación, incluyamos las rentas privadas? Tenemos un producto inmobiliario, por ejemplo. Pero, ojo, el fondo de pensiones no ha sido diseñado para la fiesta de celebración, no debe perder su naturaleza.
Precisamente, usted ha hablado más de una vez sobre su preocupación de que se destruya la naturaleza del sistema, ¿la Comisión de Seguridad Social del Congreso está proponiendo salidas?Hemos encargado un estudio al Banco Mundial (BM) para rastrear lo que se hace con los dineros retirados y no reinvertidos en fondos pensionarios. Una de las cosas que hemos notado es que dos tercios de las personas que se acogen a esta opción lo hacen a través de una jubilación anticipada. Estamos hablando de hombres de 55 años y mujeres de 50, que están retirando todo sin valerse de un instrumento que le vaya a dar una pensión. Eso está destruyendo la naturaleza del sistema y sobre ello ha tomado nota la Comisión. Si dentro de cinco años estos jubilados se gastaran su plata y no tendrán pensiones, dirán que el sistema no funciona.
¿En qué trabajan, entre tanto, para ofrecer opciones más atractivas?Queremos demostrar proactividad y salimos al mercado (en octubre pasado) a proponer un cobro de comisión distinta que nos alinee mejor con el cliente. Bajo esta comisión, si la rentabilidad es buena, ellos ganan más, y nosotros también. Y si toca un período bajo o malo, nos ajustamos nosotros y el cliente. Se trataría de un esquema opcional.
La comisión por desempeño.Así es. Es un proyecto que ya hemos comenzado. Toma su tiempo, ya hay la decisión política y estamos avanzando. Es importante porque si hay oportunidad de hacer eficiencias no vamos a estar en contra de eso. Mientras se dicte y llega al Congreso, vamos a seguir avanzando para hacer al sistema más eficiente. Queremos ofrecer una cobertura más amigable con los jóvenes y los trabajadores independientes.
Pasando al ámbito de Fondos Sura, ¿qué expectativas tienen con respecto a la Ley de Repatriación de Capitales?Es probable que el monto que se repatríe inicialmente no sea muy alto. Desde la perspectiva del inversionista, creemos que la decisión más importante será cuando deba pagar impuestos sobre lo que ganó el 2016 y 2017, ya que comparará el 30% que deberá pagar afuera versus el 5% que pagaría en el Perú. Estamos preparando alternativas para cuando tome esa decisión.
¿Qué productos les están ofreciendo?Hemos estado investigando cuál es la posición que tiene la persona que cuenta con su portafolio afuera. El nicho al que apuntamos lo forman las personas que tienen entre US$1 millón y US$5 millones. Para ellos, las alternativas de inversión deben ser simples, que se puedan entender y que puedan tener un grado importante de predictibilidad. Con esa mentalidad sacamos el Firbi, nuestro Fondo de Inversión de Renta de Bienes Inmobiliarios.
¿Cómo les está yendo con el Firbi?Nuestro fondo ya tiene 100% de ocupación con contratos a largo plazo y las personas desde el primer día obtienen rendimientos de alrededor de 7%; y ahora que el fondo ha crecido, nuestra rentabilidad está alrededor de 6% fuera de impuestos. Somos líderes con ese producto, nuestro fondo tiene más de US$70 millones y lo llevaremos a los US$100 millones.
¿Podría ser un 2018 de mayor avance para Fondos Sura, entonces?Somos optimistas. Nuestro negocio de manejo de inversiones está creciendo 50%, está mejorando, y en fondos mutuos estamos creciendo: teníamos 4% y ahora estamos en 6,5%. Superamos los US$1000 millones. Estamos haciendo las cosas bien.
Su optimismo contrasta con lo que deja ver el empresariado y el Gobierno.Lo que necesitamos es más patriotismo, que se contagie y se tomen las decisiones para que el país avance. ¡Deberíamos estar en una bonanza espectacular!
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